sábado 20 de abril del 2024
Mundo River

La dura carta de Balanta: "He llorado en el vestuario de River"

El defensor colombiano nunca pudo afianzarse con Gallardo como entrenador. Por primera vez contó por qué bajó su nivel desde la llegada del Muñeco.

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Éder Álvarez Balanta sorprendió a los hinchas de River cuando apareció en Primera división de la mano de Ramón Díaz. El defensor colombiano se afianzó como titular enseguida y su firmeza en el puesto evocó a los mejores zagueros de la historia del Millonario.

Cuando se fue el riojano y se produjo la llegada de Marcelo Gallardo, Balanta, quien había sido campeón del Torneo Final 2014 y había jugado el Mundial Brasil 2014, disminuyó considerablemente su nivel. El Muñeco le dio la chance durante algunos partidos, pero su nivel ya no era el de antes. En julio de 2016 dejó Argentina para jugar en el Basilea de Suiza. En septiembre de 2019 fue transferido al Brujas de Bélgica.

El colombiano de 27 años, quien llegó a ser cotizado en 20 millones de euros por el ex presidente Millonario Daniel Passarella, explicó por qué decayó su nivel con la llegada de Gallardo.

"Cuando comencé a jugar en Primera, que supuestamente el hincha y la opinión pública decían que todos los partidos jugaba bien y era una de las figuras, yo llegaba al vestuario o a mi casa y decía que no era así. Empezaba a contar los errores, pensaba: '¿De qué me sirvió lo bueno que dicen, si hice esto malo que terminó, capaz, generando una ocasión de gol en contra?´. He llorado en el vestuario luego de algún partido", escribió en una carta confesional que publicó el sitio Humanizados.

"Yo me exijo, me presiono, yo mismo me castigo cuando las cosas no salen bien. A veces hasta límites que me perjudican", agregó.

A fines de 2014, Balanta perdió el puesto a manos de Ramiro Funes Mori, pieza clave de la primera etapa del ciclo del Muñeco.

"Cuando comencé a jugar no le daba tanta importancia a lo que podía llegar a pasar en el partido sino que disfrutaba. Ahí jugaba más suelto. Cuando se juega con más inconsciencia suele ser más fácil fluir. Pero cuando tomás consciencia de que existe cierta presión o de que uno tiene cierta obligación, termina influyendo, a veces para mal", remarcó quien fuera titular en la final del Mundial de Clubes 2015 frente al Barcelona.

AM

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