martes 16 de abril del 2024
Barcelona sin Messi

Bartomeu, el gran ganador indemne que hizo manchar a Laporta por la salida de Messi

Lionel Messi confirmó que su próximo equipo será el Inter de Miami de la MLS y no volverá a Barcelona tras su traumática salida.

Corría el año 2020 cuando Lionel Messi envío un burofax que paralizó al mundo futbolero: la Pulga había pedido explícitamente su salida del Barcelona. Si, del mismo lugar que lo cobijó, al que consideraba su casa, su zona de confort y a la que el astro argentino le dio sus mejores años de fútbol que maravilló a todos y lo puso en la cúspide de la élite mundial tanto a él como al club. 

Las razones de la primera ida frustrada de Messi del Barcelona en 2020

¿Cuáles fueron algunas de las razones que acabaron con su paciencia? En primer lugar, la mala relación con la dirigencia (presidencia Bartomeu), que hasta se llegó a rumorear, que los propios directivos del club culé habían contratado una empresa para defenestrar a los históricos como la Pulga o Gerard Piqué

A eso hay que sumarle las frustrantes eliminaciones que sufrió Leo con el Barcelona en Champions League. Con Roma tras haber triunfado en la ida 4-1 y en la vuelta cayó por 3 a 0 quedando afuera por el global; contra Liverpool 4-0 (cuando la ida la había ganado 3-0) y la apabullante e histórica caída con el Bayern Múnich por 8-2, esa fue la gota que colmó el vaso.

Imposible soslayar que la salida de su amigo y compinche del club, Luis Suárez, haya sido uno de los detonantes. Como si fuera poco, la Pulga también tuvo cortocircuitos con Quique Setien (ex entrenador del Barza) y con Éric Abidal, quien criticó en su momento al plantel blaugrana y el argentino pidió "que se den nombres propios". En ese contexto explosivo, Messi planteó su salida.

En plena presidencia de Josep Bartomeu, el jugador emblema del Barcelona pidió salir, no aguantó más y por el servicio de documentación se quiso ir. Pero la letra chica del contrato indicaba que como su vínculo vencía en 2021, el que hubiese querido contar con los servicios del argentino, debía abonar la exorbitante suma de 700 millones de euros. 

"El presidente [Josep María Bartomeu] siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me quería ir o si me quería quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra", había expresado en su momento Messi, claramente ofuscado contra el mandamás.

En el 2021 se avizoraban aires frescos entre Barcelona y Messi con la llegada de Laporta

Luego de tener que quedarse contra su voluntad en el "club de su vida", al que Leo afirmó que "nunca le haría un juicio", llegó el 2021 con aire fresco en la parte directiva. El 17 de marzo el abogado y ex presidente del Barcelona (2003-2010), Joan Laporta, se convertía nuevamente en mandamás culé.

"Nadie puede tener dudas de que Messi quiere al Barça. Nos respetamos y nos queremos, esa es mi relación con él. Quería irse, estaba muy decepcionado de cómo se le había tratado. Insisto, me veo capaz, por el cariño que nos tenemos, de tener una conversación con él para ayudarle a decidir y que sea lo mejor para el Barça y para él", declaró Laporta al triunfar en los comicios.

Lejanas quedaron estas palabras del máximo dirigente blaugrana cuando Leo, quien venía de consagrarse campeón de la Copa América 2021 con la Selección Argentina, volvió al país para acordar los nuevos términos de su vínculo con el Barcelona

El tope salarial, el detonante definitivo

Todo parecía cocinado. Los números estaban cerrados (según la prensa iba a percibir unos US$165 millones) y su estadía se extendería hasta el 2026. Renovar a Messi implicaba que el Barça elevara su presupuesto de pago a jugadores y sobrepasar el tope de gastos que le permite La Liga española.

La firma del contrato de la Pulga estaba supeditada a la salida de varios jugadores del plantel, algo que por los tiempos del mercado de pases, parecía difícil. La Liga (presidencia Javier Tebas), ofreció una inyección de capitales a todo el futbol español y que supondría un alivio para las arcas del club culé y así destrabar la renovación de Messi. Pero el Barcelona lo rechazó.

"El club considera inapropiado la firma de un contrato de medio siglo ante las incertidumbres que siempre rodean el mundo del fútbol", señalaron desde el club blaugrana.

Luego, historia conocida: despedida de Messi del club de sus amores entre lágrimas en una inolvidable conferencia que conmovió a todos ,la revolución en París a raíz de haber sido contratado por PSG, el anunció de su salida hace un par de semanas del club francés, el interés del propio Barcelona de repatriarlo y el anunció del 10 de la Selección en donde confirmaba que se marchaba a la MLS.

Este artículo no pretende ser condescendiente con Joan Laporta y quitarle cierto grado de responsabilidad por la salida de la Pulga y su imposibilidad de traerlo de nuevo (si bien tuvo una cuota importante), sino más bien de exponer la desidia dirigencial de dos directivos que no supieron conservar el máximo patrimonio en el plano futbolístico por lo menos de las últimas dos décadas del club: Lionel Messi.

Lo concreto, es que Bartomeu se salvó de estar en el ojo de la tormenta, como sí se encuentra inmerso Laporta luego de que Messi haya optado por marcharse al Inter de Miami de la MLS gracias a la gestión Beckham.

Por eso creo que no deberíamos olvidarnos de quien salió indemne y fue uno de los artífices (con bastante carga) de la ida del máximo ídolo del club: Messi, el emblema al que no supieron (o no quisieron) cuidar

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