En las tribunas, en la calle, en el campo de juego. Entre hinchas rivales o internas en un club. A las piñas, a los tiros o a los cuchillazos. El fútbol argentino tuvo otro triste fin de semana tras los graves incidentes en Mataderos pero en la Primera D, jugadores, cuerpo técnico y allegados de Liniers y Central Ballester protagonizaron una batalla campal que obligó a suspender el partido.
Luego, desde ambas cuentas de Twitter oficiales se emitieron distintos comunicados. Desde Liniers responsabilizando a los visitantes mientras que desde Central Ballester intentaron llevarle calma a los familiares. El incidente se habría originado entre los bancos de suplentes pero luego intervinieron los futbolistas y todo se fue de las manos, aunque ya a esta altura no sorprenda.



