Hoy se cumplen ocho años del regreso de River Plate a la máxima categoría del fútbol argentino, después de haber jugado por primera vez en su historia en el viejo Nacional B, y nada mejor que el sentido testimonio de un hincha millonario para recordar ese momento agridulce en la historia del club. A continuación transcribimos el texto completo de la larga charla que 442 tuvo con Carlos Guillemot, socio vitalicio Nº 13793 y uno de los más fieles seguidores del Millonario.
"El 23 de junio de 2012 fue el día en que volvimos a ser grandes como siempre lo fuimos, porque River siempre lo fue, lo es y lo será por los siglos de los siglos. River no descendió por esa bendita final ante Belgrano de Córdoba sino porque venía muy mal institucionalmente desde cuatro o cinco años atrás. Después de la presidencia de Dávice, donde ganamos muchos títulos empezamos la década del 2000 en decadencia. Con las dirigencias de José María Agular y de Mario Israel, económicamente el club estaba muy mal, y en 2009 con Passarella como mandamás del club, River continuó tambaleando y llegamos al ocaso con lo que fue el primer descenso en la historia del club. Pero, lamentablemente, sucedió y fue muy duro. Nadie podía imaginarse que el club más grande de Argentina y de toda América iba a descender".
"Me acuerdo de la invasión al estadio de Belgrano tras el partido de ida que posteriormente nos condenó a jugar en el Nacional. Volvimos con una tristeza imposible de describir, no entraba en nuestra mente que al domingo siguiente River no iba a jugar más en Primera. Descendimos y por supuesto que lloramos porque uno llora cuando ama a alguien, cuando viaja miles de kilómetros para estar al lado del equipo de su amor".
"Nos tocó un año durísimo. Empezamos de local ganándole 1-0 a Chacarita y ahí arrancó el largo camino con ese Nacional que se creó y en el que, vale decirlo, River fue la frutillita del postre que necesitaba la segunda categoría del fútbol argentino para que se televisara, con todos los negociados de esa bendita AFA dirigida por Grondona. Todos sabemos muy bien lo de la pelea entre Passarella y Grondona, del Boca y River en el que no nos cobraron un par de penales. Todo eso nos llevo a la soberbia de ir a pelearle al mandamás de la AFA y eso hizo que River quedara marcado".
"Estoy totalmente convencido de que River descendió por la AFA, pero también admito que institucionalmente River estaba muy mal, con un Passarella que si bien fue un gran jugador, como dirigente lo mató la soberbia y el sentirse poderoso y ganador, que lo era, pero se la creyó demasiado y lo terminamos pagando con el descenso".
"En la fecha 10 del torneo de Primera, River le ganaba de visitante 1-0 a Racing en Avellaneda y quedaba puntero, pero de ahí en adelante se dieron 9 fechas con resultados tan nefastos y misteriosos que hicieron que River termina jugando la promoción con Belgrano de Córdoba que jugaba en la B Nacional. Lo demás, es historia conocida"-
"El torneo en el Nacional B fue durísimo porque los hinchas tuvimos que ver por televisión muchos partidos por las grandes distancias de los equipos a los que había que enfrentar y porque tampoco se podían conseguir entradas. Los hinchas de River de cada provincia las agotaban en cuestión de minutos. Afortunadamente, pudimos volver al año siguiente, cosa que otras grandes no pudieron hacer"
"Más allá de la enorme tristeza que significa haber jugado en el Nacional B, fue el puntapié para reiniciar la reconstrucción del club, con una dirigencia que tenía otra mentalidad. De hecho, hoy tenemos un presente totalmente distinto y por demás venturoso. La vida siempre da revanchas. Nos han cargado, nos han dicho de todo, pero River resurgió como el Ave Fénix y hoy está más de pie que nunca. Tuvimos que descender, sufrir y llorar, pero River tiene algo fundamental: su gente. Este River de Marcelo Gallardo,con muy buen fútbol y grandes victorias en el plano nacional e internacional es el que queremos todos los hinchas y del cual me siento orgulloso de ser socio vitalicio”.