Marcelo Gallardo es amado y endiosado por todos los hinchas de River y su trabajo es admirado y respetado por gran parte del ambiente del fútbol pero como nadie está exento a la crítica, el Muñeco tampoco y tras sus palabras en la fiesta del tercer aniversario de la final de Madrid fue muy cuestionado por su supuesta chicana a Boca.
"Hay gente que está esperando para atacarte y yo lo que hice fue tratar de transmitir lo que significa el haber ganado eso que nosotros ganamos, que es un tesoro y va a ser un tesoro para toda la vida porque es muy difícil que se vuelva a repetir una cosa así, no había existido en la historia", explicó Gallardo en diálogo con Gastón Recondo por TyC Sports.
Aquel 9 de diciembre, el DT de River invitó a los hinchas que coparon el Monumental a cerrar los ojos: "Sólo estoy para tratar de invitarlos a que, por 30 segundos, me acompañen y viajen conmigo, que cierren los ojos, e imagínense... Porque la vida y el fútbol te ponen a prueba... Si hubiese tocado perder ese partido"
Y agregó aquella noche ante la ovación de todo el estadio: "No es una realidad. Pero imagínense si hubiese pasado. El dolor que estaríamos sintiendo en ese momento... Ahora, abran los ojos, y miren a su alrededor. Vean, vibren y sientan en el corazón que ganamos la final más hermosa del mundo".
Muchos hinchas y periodistas interpretaron las palabras de Gallardo como una provocación pero él asegura que no fue su intención: "Yo quería que los hinchas de River disfruten de ese momento, que va a ser un momento eterno y no se lo va a quitar nadie. Después que los demás quieran atacarme es problema de ellos. El que hace eso es porque no me conoce, no sabe como actúo".
En otro fragmento de la entrevista, Gallardo explica cómo aprendió a convivir con la victoria pero también con la derrota, las dos caras de la moneda que tiene el deporte: "El haber ganado y el habernos comportado de esa manera casi en silencio y disfrutar para adentro sin agredir a nadie y sin estar en la chicana barata, sin querer generar que porque ganaste somos los mejores, siempre con un cierto perfil más allá de que a cualquiera se le escapa una broma o una chicana pero no es algo que refleja nuestro comportamiento. Hubiese sido muy fácil entrar en esa vorágine de chicana estúpida muchas veces para el afuera o para quedar bien con la tribuna".
Y cerró: "Tuvimos muchos posibilidades y no lo hemos hecho. Y también en la derrota saber convivir con eso. Porque muchas veces cuando perdés mostrás miserias porque te saca lo peor y te lo digo porque me ha tocado vivir experiencias. Yo me equivocado mucho pero hoy estoy en otra posición, con otra edad y en otro lugar".
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