Nelson “Pipino” Cuevas volvió a regalar una de sus clásicas anécdotas llenas de humor, picardía y emoción. En una entrevista en ESPN, el exdelantero de River relató cómo su madre protagonizó una escena tan sorprendente como inolvidable: enfrentó directamente a Ramón Díaz para reclamar que su hijo fuera titular, dejó un rayón como advertencia en su camioneta y, sin quererlo, desencadenó una historia que terminaría con uno de los goles más recordados por los hinchas.
Pipino Cuevas contó cómo su mamá lo hizo jugar en River
Todo comenzó en el departamento familiar, cuando su madre lo vio preocupado por no tener minutos. “¿Por qué no jugás vos?”, le preguntó mientras cocinaba. Pipino intentó explicarle que era decisión del técnico, pero la respuesta materna fue tajante: “Te cuido como a un caballo de carrera, te doy de comer bien, dormís bien… ¿cómo que no jugás?”
Sin pensarlo dos veces, tomó su cartera y salió rumbo al estadio Monumental. Cuevas, muerto de vergüenza, recordó entre risas cómo sus compañeros le decían que la frenara, algo imposible para él: “Yo te parí, ¿qué me vas a decir vos?”, les contestaba ella.
Al llegar a River, los empleados la dejaron pasar sin problemas. Su objetivo estaba claro: encontrar la camioneta de Ramón Díaz para dejarle un "mensaje" como advertencia. No conforme, buscó al propio entrenador. Ramón, al darse cuenta, escapaba por los pasillos para evitarla, pero finalmente ella encontró una cámara de TV y lanzó un mensaje directo: “Ponelo a mi hijo porque te va a salvar. A vos te hablo, Ramón.”
La presión surtió efecto. Al poco tiempo, Díaz decidió convocarlo. “Lo voy a llamar porque esta señora me va a armar un quilombo”, habría dicho entre risas. Cuando Pipino volvió a casa y le contó la noticia, su madre respondió con naturalidad: “Te dije que te iba a convocar.”
La historia alcanzó su clímax en un partido clave ante Racing. Tras la expulsión de Ángel Comizzo, Cuevas entró al campo, se ubicó en la barrera y pidió al cielo una oportunidad. Y la tuvo: la pelota rebotó, él salió disparado y convirtió un gol memorable, uno de esos que cambian carreras.
Consciente de que la prensa lo buscaría tras semejante definición, se arregló frente al espejo y se preparó para las cámaras. Sin embargo, al salir del vestuario, no encontró a nadie… hasta que vio un tumulto de periodistas veinte metros más allá. Allí estaba ella: su madre, lista para recordarle una vez más a Ramón Díaz que su hijo había cumplido. Entre risas, Pipino cerró la anécdota: “Te dije, Ramón, te dije que mi hijo te iba a salvar… Y ahí estaba mi vieja, otra vez.”
El inolvidable gol de Pipino Cuevas a Racing
En los últimos minutos del clásico entre River y Racing por el Clausura 2002, tras la expulsión del arquero Comizzo y con los tres cambios ya realizados, Martín Demichelis se puso los guantes y ocupó el arco. En un tiro libre ejecutado por Claudio Úbeda que pegó en la barrera, Ricardo Rojas capturó el rebote y vio a Pipino Cuevas arrancando desde la mitad de la cancha.
El paraguayo aceleró, encaró al arquero Gustavo Campagnuolo, lo eludió con quiebres de cintura y definió para el 1-0, desatando la locura en el Monumental. Ese gol, a los 44 minutos del segundo tiempo, resultó clave para que River se asegurara la punta del torneo que terminaría ganando.
BP
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