El amor eterno, de repente, se terminó. Y el final, como en casi todos los amores, no es el más calmo. Lionel Messi ya decidió que quiere irse del Barcelona, y lo manifestó en un comunicado enviado al club catalán en el que incluyó un "agradecimiento" por "las oportunidades de crecimiento" en estos 20 años de carrera y el pedido de aplicación de la cláusula número 24 de su contrato para salir en libertad de acción debido a "motivos personales".
A través de redes sociales, rápidamente se movió el escrito que envió al presidente Josep María Bartomeu y el resto de la junta directiva asociada del conjunto catalán mostró las formas en las que Messi, que firmó la nota al pie, se dirigió para pedir su salida del club.
Sin embargo, la dirigencia del Barça no aceptará desprenderse del crack argentino sin recibir nada a cambio. El departamento de legales blaugrana dará la pelea, y allí aseguran que tienen todo para ganarla. ¿Por qué? Porque Messi tenía una cláusula por la que podía salir de manera unilateral si informaba 20 días antes del 10 de junio de 2020. Eso no sucedió. El jugador se ampara en que esta particular temporada –con la pandemia de coronavirus que modificó todo el calendario-- se terminó con el último partido de la Champions, o en el partido ante el Bayern en Lisboa. Pero tampoco informó 20 días antes de eso.
Si lo quieren Inter, PSG o el City, deberán pagar 222 millones
Con ese aspecto presuntamente a su favor, el Barça quiere que si Messi se va, a la tesorería del club entre por lo menos el dinero que entró cuando vendió a Neymar al Paris Saint Germain a cambio de 222 millones de euros.
En su despedida a través del ya famoso burofax (?), Messi dejó sellada su salida: "Por medio de la presente carta, yo Lionel Andrés Messi Cuccittini, solicita que se proceda a resolver el contrato de prestación laboral que ocupo actualmente en su distinguido club, amparándose en la cláusula número 24 que me permite disponer de esta facultad", afirmó el escrito.
En un segundo párrafo, Messi agradeció: "Las oportunidades de crecimiento personal y preparación profesional que se me brindaron durante el tiempo laborado. Aprendizajes que me permitieron consolidar mi perfil técnico y humano". Y por último, el rosarino de 33 años argumentó "motivos personales" que lo empujaron tomar esta "difícil decisión" que espera que "sea tomada de la mejor manera de la dirección de este club".
Ahora habrá que dirimir cómo será la salida. Pero algo parece resuelto: el final de Messi en Barcelona es casi una realidad.
