El entrenador de la selección de España, Luis Enrique, le bajó los decibeles a la euforia provocada por la amplia victoria por 3-0 obtenida por Argentina sobre Italia en la Finalissima de Wembley al decir que "no hay que volverse locos por ese triunfo, ya que se enfrentó a un equipo debilitado".
"No vamos a descubrir a Argentina o Brasil. Son selecciones que tienen una gran calidad individual, en el caso de uno con Lionel Messi y en el del otro con Neymar, Vinícius y compañía. Por eso creo que van a ser referentes en el Mundial de Qatar sin ninguna duda", puntualizó Enrique tras la consulta de ESPN.
"Pero de todas maneras no nos volvamos locos porque le haya ganado 2-0 (no vio el final del partido) a una Italia que justo ahora está en un periodo de cambio y debilidad que quien sabe lo que le puede durar y del que es difícil salir", disparó.
Las declaraciones del asturiano Luis Enrique Martínez García, tal su nombre completo, que el pasado 8 de mayo cumplió 52 años y dirigió a Messi en Barcelona, con el que ganó la Champions League en 2015, se produjeron en el estadio Benito Villamarín, del Betis, de Sevilla, poco después de consumado el empate 1 a 1 entre España y Portugal, por la Nations League europea.