viernes 19 de abril del 2024
Liga de España

Dos gigantes en reposo

Real Madrid y Barcelona se enfrentan en una nueva edición del clásico español. Nostalgia por el pasado reciente.

Soy de la generación que pudo disfrutar de una década dorada del cruce Barcelona–Real Madrid. En un país donde nos sobran las rivalidades históricas, muchos de nosotros nos “adueñamos” del clásico español y hasta tomamos partido por alguno de los dos equipos. O mejor dicho, por alguno de los dos estilos: elegir entre Guardiola y Mourinho era toda una declaración de principios. Por supuesto que la figura de Messi fue determinante en esta historia: la mejor versión del futbolista más espectacular que pudimos disfrutar los que llegamos tarde a la era Maradona, la vimos en sus duelos con Cristiano Ronaldo.

En mi caso fue muy fácil elegir en qué vereda pararme. Hoy me toca recordar con nostalgia aquel 5-0 de 2010 que representó el pico más alto del guardiolismo. Pocas veces sentí tanto placer viendo fútbol. Porque esa era la representación más real de lo que significa este deporte. Pero entiendo perfectamente a quienes se identificaban con el éxito arrollador del Merengue y que hoy añoran triunfos como el de la final de la Copa del Rey en 2011 con uno de los tantos goles determinantes de CR7 que terminó con una sequía de 18 años sin ganar ese torneo. Y cómo olvidar la semifinal de Champions en 2011 que terminó con la clasificación del Barça y varias frases memorables como “Es el puto amo” de Pep y las acusaciones de Mou por supuestas ventajas arbitrales para su archirrival.

Por eso la salida de dos de los entrenadores más importantes de la historia de los dos clubes le quitó picante a un cruce que tenía un partido aparte en los bancos de suplentes y en las conferencias de prensa. Y así las cosas comenzaron a cambiar. Barcelona hoy se encuentra en una etapa marcada por la inestabilidad de los técnicos y el tiempo empezó a hacer mella en algunos de sus principales referentes. Real Madrid siguió siendo una máquina de ganar Champions también con Zidane, pero nunca pudo reemplazar desde lo deportivo y mucho menos desde el marketing a la figura de Cristiano Ronaldo.

Hoy los flashes apuntan para otro lado. Ninguno de los dos gigantes de España puede quitarle protagonismo al Liverpool de Klopp, último campeón de la Champions y el mejor equipo de la actualidad. De hecho, en la pasada edición del torneo más importante de Europa, los ingleses le dieron vuelta una serie imposible al conjunto culé, en lo que significó una de las derrotas más apabullantes de su historia. Ni hablar del Merengue, por entones defensor del título, sorpresivamente eliminado por Ajax en octavos de final. El duelo Pep-Mou se reeditó en la Premier League, pero ya sin tanta trascendencia.

Ojo, el clásico español de esta tarde sigue teniendo condimentos que lo hacen muy interesante en esta parte del mundo. Porque la identificación quedó arraigada, porque ambos se juegan mucho en La Liga española, donde el equipo ahora dirigido por Setién tiene una ventaja de solo dos puntos, y porque los que amamos el fútbol esperamos en cada actuación del Barcelona que Messi siga desafiando nuestra capacidad de asombro, como cuando dio una asistencia descalzo en el mismísimo Santiago Bernabéu.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.