Casualidad o no, justo a pocos días de cumplirse 20 años del recordado Topo Gigio de Juan Román Riquelme dedicado a Mauricio Macri en un Superclásico, Oscar Ruggeri imaginó cómo sería la relación entre ese rebelde, talentoso y carismático futbolista y el actual vicepresidente segundo y líder del Consejo de Fútbol de Boca.
"El Riquelme jugador a este Riquelme no lo deja entrar al vestuario y ese Topo Gigio que le hacía a Macri hoy se lo haría al palco entero", sorprendió Ruggeri a Alejandro Fantino en ESPN al trazar una hipotética convivencia entre ambos Román con distintas características y responsabilidades en cada momento de su vida.
Y agregó Ruggeri como respuesta al planteo inicial del programa de pensar a Boca como un gran vestuario extendiendo la zona donde se cambian los jugadores al resto del club: "Con Riquelme jugador sentado adentro de un vestuario, no entra ninguno de estos. El que tira el caño le gana al dirigente".
Fantino, parado en la vereda opuesta a Ruggeri en este tema, se rindió a los pies de Riquelme tras la repercusión que generó su aparición pública del último domingo: "¿Sabés por qué lo matan? Porque los mea. Orina a los programas, no les da bola, antes les levantaba el teléfono, iba a jugar al fútbol con él, iban a cenar".
Más reflexivo, Miguel Simón reparó en la contradicción que marcó Ruggeri entre el Riquelme futbolista y el dirigente: ¿Por qué no aplicamos la misma vara que tenía Román dentro del vestuario para evaluar cómo se desarrolla la gestión actual de la dirigencia de Boca?
Y agregó en la misma sintonía halagando a Román como futbolista y líder del vestuario: "La empatía que le reclama el futbolista por haber sido lo que fue y yo siempre celebré el accionar de Riquelme como futbolista. Me parecía muy bien esto de cerrarse, de rebelarse y de buscar lo mejor para su grupo".
Para cerrar el apasionante debate en la mesa de los lunes de ESPN, Diego Latorre expresó su postura haciendo hincapié en la personalidad de Riquelme y comparándolo con otros grandes cracks: "Para llegar a ser Riquelme, tenés que tener una personalidad bastante especial, entiendo que existieron líderes sumisos como Messi e Iniesta pero para jugar al fútbol como él y ser el líder de un equipo tenés que ser un poco narcisista. Si no no lográs adueñarte de un partido como él lo hacía".
Y cerró su idea: "Maradona tenía un poco de esto más o menos caudillesco pero tenía este liderazgo de sentirse superior a los demás y quizás después bajaba a tierra con los compañeros y era más terrenal. Cristiano Ronaldo tiene ese componente narcisista y los grandes jugadores han llegado a ser lo que son porque tienen un tipo de personalidad rebelde, superior. Es necesario, porque si no, no llegás a ser Riquelme. Y eso no sé cómo impacta en los despachos".