La mala relación entre algunos integrantes del plantel del Barcelona y el entrenador Quique Setién es evidente y se acrecenta cada día más, situación que se viene observando en gestos, posturas y formas de comunicarse entre ambas partes. El malestar de los jugadores en un tramo determinante de la Liga de España es claro.
Incluso, desde afuera muchos también lo notan y hubo un gesto de Diego Simeone que valió más que mil palabras. Barcelona empató de local con Atlético Madrid y ve como Real Madrid se aleja en la cima de las posiciones. En ese partido, Setién hizo ingresar al campo de juego a Griezmann a los 90 minutos.
Mientras el cuarto árbitro preparaba el cartel electrónico y el francés terminaba de alistarse para entrar, Simeone hizo un gesto que fue claro: ni él entendió la suplencia del jugador por el que el club pagó más de 100 millones de euros.
¿Es una crítica a Setién o una crítica a Griezmann por haber salido del Atlético Madrid y ser suplente en el Barcelona? Cada uno saca sus propias conclusiones.