jueves 25 de abril del 2024

Boca es corresponsable de la eliminación

El equipo de Barros Schelotto tuvo todo para pasar a la final, pero cometió errores fatídicos. El entrenador deberá reflexionar.

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Lo que estaba preparado para ser una fiesta terminó languideciendo de manera inesperada. Independiente del Valle frustró el sueño xeneize de llegar a una nueva final de Copa Libertadores. Las sensaciones dejan un sabor amargo por cómo se dio el resultado, donde Boca tiene su cuota parte de responsabilidad.

En el fútbol, como en muy pocos deportes, es frecuente hablar de mérito o de ausencia de mérito. El resultado de Boca e Independiente (Ecuador) puede ser una nueva muestra para el análisis.

Decir que el equipo ecuatoriano no hizo méritos, sería injusto: en dos oportunidades, remontó un resultado que lo dejaba eliminado del torneo. Ahora, tampoco se puede desconocer que en los ciento ochenta minutos, el conjunto argentino tuvo el pasaje a la final en sus manos y se le escapó por una sucesión de errores propios.

En Quito, Boca se puso en ventaja con el gol de Pérez y no le convalidaron un gol que lo hubiese llevado al descanso arriba por dos tantos. En el segundo tiempo se quedó y retrocedió: la fatiga por la menor presión de oxígeno en la altura, es un buen atenuante. Independiente pudo aprovechar las bandas y terminó dándole vuelta el resultado tras un error de cierre en ambos laterales y por una gran jugada de Angulo, en el complemento.

Se presagiaba que en Buenos Aires veríamos un juego completamente distinto. Ni decir cuando recién comenzado el partido, Pavón va en búsqueda de una pelota que generalmente no llega y abrió el marcador. Boca lo tenía todo: el resultado, la pelota y el público de su lado. Hasta el momento fatídico. “Estábamos ganando, jugando bien, y de repente llega una pelota larga que termina en córner y nos empatan el partido” dijo Guillermo al finalizar el primer partido, intentando analizar el por qué de la eliminación.

El tiro de esquina del empate es una concatenación de sucesos que podrían haber sido evitados: el responsable del atacante que parte desde atrás en busca del primer palo, lo marca de lejos y permite que lo anticipen; el jugador del vértice, no va en la búsqueda de la pelota y despeja de manera ineficiente; y el defensor responsable del autor del gol, pierde la marca. Nada puede hacer Orión, ante un remate limpio desde el borde del área chica. Al momento de analizar la jugada, no hay que desconocer que, por la forma de marcar los tiros de esquina, Guillermo hace especial hincapié en no permitir ese anticipo. En su esquema prescinde del hombre parado en el primer palo para ubicarlo por detrás del hombre del vértice. El plano alto de la imagen es claro para ver como esos dos hombres no logran realizar el despeje y el defensor pierde la marca: por eso son tres contra uno.

En el segundo tiempo, el partido se definió en un minuto. Boca había convertido a los tres del primero e Independiente se lo devolvió en el complemento. Un saque de meta. La defensa en línea. Dos cabezazos sucesivos en campo de Boca, donde los atacantes superan a los zagueros. Un lateral que pierde la marca de Cabezas, el otro no cierra y el mano a mano que no puede contener el arquero.

A partir de ahí, Boca necesitaba tres goles para pasar y la serie parecía cosa juzgada; pero para que no quedaran dudas, un minuto después, llegó el gol de Angulo, el tercero del equipo visitante, donde el error de pase de Orión no habilita a un análisis muy profundo. Posteriormente, llegó el penal que desperdició Lodeiro y el segundo gol de Pavón en tiempo de descuento, que no hicieron más que modificar la estadística propia y decorar el resultado.

Sería injusto no resaltar lo hecho por Independiente del Valle en la Copa Libertadores 2016. "El favorito es Boca pero el candidato somos nosotros", había dicho el DT uruguayo Pablo Repetto en la previa del partido a La Nación Deportiva. “Un golpe por golpe, quizá nos sirva. Que Boca pegue, y nosotros también. Dos chances contra una, por ejemplo. Boca nos ataca dos veces pero nosotros lo hacemos una. Porque si Boca mete un gol nos deja afuera, pero si lo metemos nosotros tiene que convertir tres. La meta es un gol”. No consiguió uno, consiguió tres y se de esa forma se dio el lujo de eliminar a los dos clubes más importantes de la Argentina, definiendo de visitante en Buenos Aires: primero a River, en octavos de final, y ahora a Boca, en semifinales. El equipo tiene todo para ser campeón pero enfrentará a un rival que viene jugando muy bien y que ha contado, en algunos momentos, con la inestimable ayuda de algunos errores arbitrales.

Guillermo deberá reflexionar sobre ciertos aspectos que expuso la serie. Definir en qué posición lo ubica a Tevez dentro de su esquema: claramente no se siente cómodo como centro-delantero en un 4-3-3. La consolidación de Pavón que ha demostrado fútbol y también carácter para ser titular en Boca. Hay varios procesos colectivos para aceitar, principalmente en las desconcentraciones en jugadas a balón detenido. No es borrón y cuenta nueva para los Barros Schelotto, se viene la Copa Argentina (siendo campeón es la única forma de llegar a la Libertadores 2017) y un mes largo de trabajo hasta el inicio del nuevo campeonato: “Tenemos que ser profesionales y desde el primer día de entrenamiento, ponernos bien”. Ha sido un golpe duro. El desafío es recuperarse.