En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se dieron varios eventos históricos, como por ejemplo la participación de la neozelandesa Laurel Hubbard, quien se convirtió en la primera atleta transgénero en participar del máximo espectáculo deportivo en la disciplina de levantamiento de pesas femenino.
Hubbard, quien representó a Nueva Zelanda en la categoría más de 87 kilos, no logró superar la prueba de los 125 kilos y quedó rápidamente eliminada de la competencia donde se convirtió en la primera atleta trans de la historia, que fue admitida en los Juegos Olímpicos por decisión médica.
La china Ji Wengeng finalizó como la campeona olímpica en halterofilia, consiguió la medalla dorada y marcó un récord olímpico al levantar un acumulado de 320 kilos. La plata fue para la británica Emily Campbell y el bronce quedó en manos de la estadounidense Sarah Robles.
La levantadora de pesas neozelandesa realizó los tres intentos de arranque fallidos, con un peso de 120 kilos primero que no resultó y que al aumentar a 125 en los siguientes intentos tampoco tuvo éxito.
"No voy a decir que no es duro. Solo un robot podría evitar que todo esto me afectase. Pero no puedo controlar lo que los otros dicen o piensan, y no voy a intentarlo. Ese no es mi trabajo. Lo único que puedo hacer es seguir levantando pesas", dijo Hubbard al término de su tercer intento en el estadio de Tokio.
La neozelandesa, de 43 años, cumplió con todos los requisitos impuestos por el Comité Olímpico Internacional para deportistas en transición del género masculino al femenino.
Laurel Hubbard, la primera atleta olímpica trans: historia, lineamientos y debates
