Luego de su cuestionado arbitraje en la final España-Holanda, el árbitro inglés Howard Webb rompió el silencio y aseguró haber pasado las "dos horas más difíciles" de toda su carrera. El titular de la FIFA, Joseph Blatter, prefirió ponerle paños fríos al asunto y dijo que los jugadores "no ayudaron" al británico.
"La dos horas del domingo pasado fueron las más difíciles de toda mi carrera. Estoy física y emocionalmente agotado, pero la FIFA me ha apoyado mucho", dijo Webb al diario inglés The Sun.
Los árbitros de la final "no tuvieron la tarea fácil", dijo por su parte Blatter. "La tarea no fue fácil para el trío de árbitros, no fueron ayudados (por los jugadores)", comentó el titular de la FIFA en su balance del torneo.
Blatter no quiso valorar la actuación del árbitro ni el número de tarjetas (14 amarillas, dos a John Heitinga, expulsado), ni el gesto de Nigel De Jong con una durísima patada a la altura del pecho de Xabi Alonso. "Podría responder como hincha, pero hoy estoy aquí como presidente de la FIFA", dijo.
"El fútbol es un deporte de combate, pero en el espíritu del fair play. Aprender a ganar es fácil, pero cuando pierdes no hay que olvidar las bases de la disciplina y el respeto", subrayó el dirigente suizo.
