Juan Martín Del Potro es uno de los jugadores que más complicó al "Big Three" en la última década y seguramente de no ser por las reiteradas lesiones podrían haber sido muchas más pero una de las más recordadas fue durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016 donde volvía luego de una larga inactividad tras una operación de muñeca y el sorteo lo cruzó con Novak Djokovic en primera ronda.
El pensamiento general y la crítica especializada hizo hincapié en la mala fortuna para el tandilense, ya que tendría en frente al flamante campeón de Roland Garros y número uno del mundo buscando el único título grande que le faltaba. Pero esa clase de partidos son los que le encantan jugar a Delpo, que mostró que seguía vigente y se llevó la victoria con un inolvidable doble 7-6. Ese sería el primer paso de un torneo maravilloso que incluyó una victoria contra Rafael Nadal en semifinales para finalmente quedarse con la medalla plateada tras caer en la definición ante Andy Murray.
Pero volviendo al duelo de primera ronda, la madre del tenista serbio recordó aquel día en un vivo de Instagram con una frase que dio la vuelta al mundo: "Aquella derrota aún me rompe el corazón. Las lágrimas que le vi en aquella ocasión son las más grandes que le he visto. Lo tenía todo para ganar el oro pero el deseo no le fue concedido. Tenía ese problema en el codo y no pudo soportar la presión. Sentía que había decepcionado a la gente de Serbia ", confesó Dijana.
Para "La Torre de Tandil" significó un poderoso relanzamiento de su carrera que ese año culminó con la obtención de la Copa Davis con él como figura descollante. Nole se fue ese día de la cancha entre lágrimas con la incertidumbre si tendría revancha en los Juegos Olímpicos. Y justo cuando llegaba a Tokio 2020 con un nivel superlativo, el coronavirus postergó la cita máxima del deporte y deberá seguir esperando para cicatrizar esa herida.