martes 19 de marzo del 2024

Benedetto es la clave para la Selección

Su excelente presente en Boca y la rápida adaptación demuestran por qué debería jugar ante Perú. La comparación con Martín Palermo.

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Los nervios van en aumento. Las especulaciones también. Y las dudas, para qué contarlo. El próximo 5 de octubre la selección argentina se jugará la clasificación ante Perú en la Bombonera, por pedido (aparente) del entrenador Jorge Sampaoli, de varios referentes del plantel y del presidente de la AFA, Claudio Tapia. La FIFA avaló la solicitud argentina, pasó por encima de algún protocolo y ya está. Las quejas peruanas no tuvieron efecto, al punto que el espacio para los hinchas del equipo visitante se redujo al mínimo: 500 entradas.

A la hora de pensar en la formación argentina, la buena noticia será el retorno de Gabriel Mercado, un defensor indispensable en este equipo, más allá de sus apariciones goleadores en el área rival. Los tantos convertidos a Chile y a Bolivia así lo certifican. Se verá si juega Fazio –que dejó dudas en el choque contra Venezuela- o si Sampaoli resuelve volver a la línea de cuatro, algo que suena mucho más aconsejable hoy que ayer.

Está claro que amontonar delanteros no sirve para ganar partidos. Salvo que sea un manotazo desesperado en la parte final y con un resultado desfavorable, no hay ninguna otra razón que permita semejante despilfarro. En todo caso, jugar con extremos y tener un referente de área que pueda moverse aprovechando su capacidad para utilizar los dos perfiles, que además tenga buen remate de media distancia, potencia y cabecee aceptablemente.

El candidato es Darío Benedetto, o debería serlo. Un delantero que llegó como una exótica y costosa incorporación a Boca y no para de sorprender. Metió 21 goles en sus 25 apariciones en el torneo que ganó el Xeneize y necesitó apenas tres partidos para aclimatarse y ponerse al hombro los ataques de Boca. Hizo goles de derecha (la mayoría), de zurda, de cabeza, de taco y hasta de penal. Varios fueron convertidos desde afuera del área con remates espectaculares.

Arrancó en la Superliga con dos goles a Olimpo y definiendo el durísimo choque con Lanús porque aprovechó una enorme falla del zaguero granate Herrera y no perdonó. Estas dos últimas palabras, el “no perdonó” lo emparentan con Martín Palermo. Porque juegan en el mismo equipo, con la camiseta número 9, con toda la presión para ser quienes definan los partidos o para que establezcan la diferencia mínima acertando al arco en un juego chivo.

En la Copa Argentina se hizo cargo de ser la bandera del gol también. Doblete a Gimnasia y Tiro salteño y el penal que puso fuera de carrera al rocoso Guillermo Brown de Puerto Madryn. En suma, Benedetto siempre está. Y cuando está, convierte.

Quiere decir, entonces, que podemos tener más semejanzas con aquella aparición fortuita de Palermo en la Selección, motivada porque quienes jugaban habitualmente no convertían como se les pedía, fallaban en el momento justo. Diego Maradona lo entendió y el equipo zafó de la oscuridad al vencer a Perú en el tiempo de descuento, gracias a la aparición del optimista del gol, como lo calificaron.

El grandote de La Plata rompió los arcos de la Bombonera a puro pelotazo y puro gol. Se aclimató muy rápido al clima caliente de la cancha propia. Hoy pareciera que Benedetto recorre el mismo camino. Con menos marketing y una carrera poco conocida, a fuerza de concretar en la red ha establecido una distancia notable con sus compañeros. Es el encargado de ponerle la frutillita al postre de jugar bien, atacar, presionar y volver a atacar que es el creo de los Mellizos Schelotto.

La Selección tiene su historia, sus goleadores y su importancia. Sin embargo, pareciera que hoy es el momento de Benedetto. Porque jugar 15 minutos en el final, con un empate trabado, con una dura defensa peruana y la enorme presión de la gente encima de todos, quizá no alcance para cambiar la historia. Palermo lo pudo hacer porque está tocado por la varita mágica, no siempre ocurre. Ahora está claro que no hay medias tintas ni segundas opciones.

Agüero ya hizo lo suyo, Higuain también, Dybala está preocupado porque no se siente cómodo, Icardi todavía no se amoldó, Messi no puede hacer todo aunque se lo pidamos. Para hacer el gol clave, para justificar presencia por el excepcional momento que está viviendo, Benedetto debería ser el indicado. Aunque juegue acá, aunque no haya actuado ni un minuto en Europa, al contrario de Messi e Icardi. Aunque no conozca Barcelona ni Turín ni Madrid. Hoy es el mejor y tiene que jugar.