martes 19 de marzo del 2024

Swahn y Ginóbili: ¿qué es la vejez en el deporte?

"El Pibe de 40" es sensación en la NBA y pugna por un lugar en el Juego de las Estrellas. La historia del sueco que fue medalla de oro a los 72 años.

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Oscar Gomer Swahn nació el 20 de octubre de 1847, en la granja Skärbo. La casa familiar estaba enclavada en uno de los fiordos de Sannäsfjord, dentro la parroquia de Tanums, condado de Västra

Götaland: ubicado en la parte suroeste de Suecia, lindante al Mar del Norte y con la próspera Gotemburgo como capital. Allí, en una zona inhóspita, tan tupida de árboles como despoblada de hombres, Shawn vivió hasta su adultez: un lugar donde para comer había que (sí o sí) saber cazar animales, un lugar proclive para desarrollar su futura especialidad.

Según la teoría de las 10.000 horas de entrenamiento, un individuo necesita esa cantidad de horas de práctica de su especialidad para transformarse en un “maestro”. “The talent code (El código del talento)” es un libro escrito hace unos cuantos años por el periodista norteamericano Daniel Coyle, que busca sostener esa teoría y argumenta que “el talento no nace, se hace”. Como forma de justificar su aseveración, Coyle recorrió diferentes “semilleros” del mundo donde crecieron y se desarrollaron exponentes de elite en un campo específico: estuvo en el Spartak Tennis Club de Moscú (donde surgieron Anna Kournikova y Marat Safin, entre otros tenistas rusos), en la Escuela de Música de Meadowmount (cuna de violinistas de renombre como Joshua Bell, Stephanie Chase, Kyung-wha Chung y James Ehnes), en el Pabao Little League de Willemstad de Curazao (fructífero campo de peloteros para las

Grandes Ligas), entre otros sitios. No incluyó a Bahía Blanca en su recorrido, pero la ciudad podría servir como sostén para la teoría en Argentina ¿cuál es la injerencia de la ciudad sedienta de básquet y de la familia con hermanos mayores basquetbolistas, en el desarrollo de un super-atleta?

Con el paso del tiempo, Swahn mudó el blanco de su rifle pero no la puntería. La contienda olímpica captó la atención de la familia y no sólo Oscar participó de los Juegos. Su hijo Alfred "Alf" también fue

deportista olímpico (ganó 3 medallas de oro, 3 de plata y 3 de bronce: entre los Juegos olímpicos de Londres 1908 y París 1924). Por ese entonces, el “doble disparo al ciervo móvil por equipos” era todavía una competencia de presencia habitual en los Juegos. Luego se discontinuaron. En Amsterdam 1928, no hubo ninguna competencias de tiro y a partir de Los Ángeles 1932 las reglas cambiaron la modalidad de competencia. Aggiornándose con el paso de los años hasta llegar a la actualidad, donde el tiro deportivo

sigue siendo un deporte olímpico de precisión. Un deporte donde la pericia pesa más que la fuerza explosiva.

“The aging of elite male athletes: age-related changes in performance and skeletal muscle structure and function (El envejecimiento de los atletas masculinos de élite: cambios relacionados con la edad en el rendimiento y la estructura y función del músculo esquelético)” es una investigación retrospectiva

dirigida por John A. Faulkner y publicada en el Clinical Journal of Sports medicine en 2008. Como objetivo tenía estudiar cómo el paso del tiempo afectaba a los deportistas. Es sabido que la longitud de la fibra muscular aumenta durante el crecimiento y el desarrollo del individuo, estabilizándose después de la madurez, y que a partir de los 50 años comienza un declive lento pero progresivo que lleva (en promedio) a una reducción del 50% de las fibras musculares al llegar a los 80 años.

En el cuerpo humano hay una gran variación en el número de fibras musculares y, también, en cuanto a la composición (entre fibras rápidas y lentas), debido a los polimorfismos genéticos. Aspectos como la concentración de miostatina y del IGF-1, dependen de esa variación en los genes y repercuten en cuan explosivo es un deportista. La evidencia científica podría empujarnos a inferir que es la genética, la causa por la cual los jugadores pueden seguir destacándose en la elite y siendo explosivos entrados en la

madurez.

A diferencia de lo que ocurre en la población general, donde la jubilación es una conquista social de la clase trabajadora que le pone fin a la etapa productiva de un sujeto y le proporciona cierto sustento económico (como compensación por lo realizado), el deportista no quiere retirarse. Probablemente, porque la profesión comienza en la infancia, como un sueño a conquistar, y jamás se transforma en un mero medio para ganarse la vida. Para el deportista reconocido y exitoso, la jubilación es un “deceso

social” y no es casual que busque postergarla. Así como la esperanza de vida del hombre aumenta por los avances de la sociedad, la vida profesional del atleta se prolonga a través de estrategias varias que van desde la nutrición y el descanso, hasta la utilización de herramientas tecnológicas para facilitar la recuperación y dosificar la carga.

Dieciséis temporadas en la NBA. Cuatro anillos. Anotaciones, robos, asistencias y volcadas a los 40 años. Las estadísticas lo mezclan con Michael Jordan, John Stockton, Kareem Abdul-Jabbar, Robert Parish o Karl Malone. Próceres del deporte en Norteamérica. En la actualidad, pugna por entrar nuevamente al Juego de las Estrellas. Hoy finaliza la votación del #NBAVote. El apoyo popular en Argentina es desbordante, hasta deportistas de la talla de Messi, Agüero y Del Potro se unen para apoyar su ingreso.

“¡Están locos! Es incomprensible. Hay mucho revuelo por lo que hago, pero no me parece diferencial. Me celebran todo porque soy un viejo de 40” reflexiona Emanuel Ginóbili. Viejo era Oscar Gomer Swahn cuando en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920, a los setenta y dos años de edad y con una tupida barba blanca, ganó su sexta y última medalla olímpica, quedando en la historia como el deportista más longevo en obtener una presea. Manu es “un pibe de 40”. La ciencia lo avala. Votalo.