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En el ascenso español pasan cosas insólitas, como en todas las categorías del fútbol. Sin embargo, en el partido entre el Alondras y Pontevedra, ni el árbitro ni el juez de línea vieron un gol clarísimo.
El motivo del error arbitral se debió a que la red del arco estaba rota, por lo que el balón la atravesó y terminó en la tribuna. Lo llamativo es que el árbitro asistente había revisado previamente, como marca el reglamento, si las redes estaban en condiciones y no advirtió ninguna irregularidad.
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