Han pasado las primeras dos jornadas de las Eliminatorias Sudamericanas para la Copa del Mundo 2014 y pareciera que se ha producido una situación distinta a las competencias anteriores, realizadas con el mismo formato. Es que no solamente se verifica una pelea que durará hasta los últimos partidos por la clasificación, sino que el crecimiento de Venezuela y Perú sumados a la ausencia de Brasil por ser el país organizador, han creado un escenario de tremenda incertidumbre.
Lo que también se observa tiene que ver con el poderío ofensivo sin discusión que hoy tienen la mayoría de los participantes. Es decir que ha cambiado el eje de los equipos. Ya no hay tanta seguridad defensiva, ya no hay tanta precaución a la hora de plantear un partido, porque hay jugadores con gol y lo que es mucho mejor, abundan, diseminados en casi todos los conjuntos que disputan la carrera por llegar a Brasil dentro de tres años.
Hagamos una lista sencilla y, creo, contundente: En Argentina están Messi, Gonzalo Higuain y el Kun Agüero, los uruguayos cuentan con Cavani, Diego Forlán y Luis Suárez mientras que Chile confía a muerte en la dupla que conforman Alexis Sánchez y Humberto Suazo. Los ecuatorianos tienen a Benítez y a Valencia, dos jugadores de categoría y muchísima peligrosidad, en tanto que Perú le pone todas las fichas al poderoso tridente que forman Claudio Pizarro, Jefferson Farfán y Paolo Guerrero, los tres con amplia experiencia en campeonatos europeos. Y a no olvidarse de Colombia, con la dupla que componen Radamel Falcao García y Teófilo Gutiérrez, junto con el aporte de dos mediocampistas ofensivos de jerarquía como Gio Moreno y el moreno Pabón, autor del primer gol en La Paz el último martes.
Venezuela, con mucho orden y despliegue, con un entrenador capacitado y actualizado, equipara rendimientos ofensivos con acciones de pelota detenida y la presencia inquietante de Arango y de Rondón. Así le ganó a la Argentina, tal cual lo había anticipado el cauteloso Alejandro Sabella: gol de cabeza desde un lanzamiento de los costados. Lo mismo puede pensarse de Paraguay, que está sufriendo el recambio generacional. Ya no está Salvador Cabañas, hace lo que puede Roque Santa Cruz y habrá que esperar un mejor momento de Nelson Haedo Valdez y de Oscar Tacuara Cardozo. Bolivia queda descartada, a pesar de la ventaja que significa jugar en La Paz, cada vez menos aprovechada por su notoria debilidad futbolística. Retirado Botero, el gran goleador del Altiplano, ni Martins ni Cardozo parecen estar en condiciones de emularlo.
Por todo esto, existen más chances que nunca de ver partidos emotivos, entretenidos, ante el gigantesco anzuelo que significa la clasificación de cuatro equipos sobre nueve para el próximo Mundial y de una posibilidad adicional como es la oportunidad de disputar un repechaje entre el quinto clasificado y quien quede en la misma situación en la eliminatoria de América del Norte, el futuro parece venir con mucho más ataque, menos especulación, más delanteros, más situaciones de gol y más jugadas peligrosas.
En otro momento analizaremos rendimientos, funcionamientos, estrategias y debilidades de los equipos, fundamentalmente la Selección Argentina. Pero creo que vale la pena pensar en los buenos partidos que nos esperan, tomando en cuenta que tendremos goles para todos los gustos y podremos disfrutar a delanteros sudamericanos que están en su esplendor y demuestran semanalmente su gran nivel. Por todo esto, dejamos un poco de lado los sistemas defensivos, ciertas precauciones y vamos todos para adelante. Por un fútbol sudamericano agresivo, potente y buscador del gol como primer y gran objetivo, con el premio mayor muy cerca: la clasificación..
