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La Selección argentina que dirige Walter Perazzo sacó a relucir su mejor juego y venció, en su segunda presentación en los Juegos Panamericanos que se disputan en Guadalajara, a Costa Rica por goleada.
Por la segunda fecha del Grupo B, los juveniles albicelestes sumaron tres puntos. En la presentación, frente a Brasil, habían igualado 1 a 1. Un empate en la última fecha ante Cuba, el domingo, le bastará para ser unos de los semifinalistas.
El jugador de Boca Franco Fragapane a los 40 minutos de la etapa inicial, Germán Pezzella (de River) y Lucas Kruspzky (de Independiente), a los 15 y 31 del complemento, le dieron la victoria a un equipo que fue ampliamente superior al débil conjunto centroamericano.
Si bien le costó abrir el marcador, con un toque de Fragapane luego de que el arquero rechazara corto y hacia el medio un disparo cruzado desde la izquierda de Fernando Coniglio, una vez consumado ese primer objetivo, Argentina evidenció la ausencia de equivalencias entre ambos seleccionados.
Costa Rica sólo estuvo cerca de igualar dos minutos después de la apertura del marcador, pero Bryan Vega remató demasiado desviado.
Luego, fue todo de Argentina, que en el complemento amplió las distancias a través de Pezzella, quien marcó el 2-0 con un potente derechazo desde la medialuna del área a la salida de un córner.
En tanto, a los 31, ambos extremos de la defensa se conectaron en ataque y Kruspzky, tras un desborde y centro atrás de Adrián Martínez, metió un inapelable zurdazo que el arquero costarricense, de opaca labor más allá de su inocencia en los últimos dos goles, no pudo contener.
Fue una buena segunda presentación para el equipo argentino, que venía de igualar 1-1 ante Brasil en el debut y que no tuvo entre sus filas a uno de sus mejores jugadores, Sergio Araujo, expulsado en aquel partido.
De todas formas, Argentina se las ingenió con Fragapane y Carlos Luque por afuera y Coniglio por adentro en la delantera, para inquietar a una defensa rival que, sobre todo en el complemento, fue débil, ingenua y por momentos torpe, ya que cometió graves faltas que el árbitro canadiense David Gantar no sancionó con la dureza necesaria, así como tampoco lo hizo con algunas entradas argentinas.
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