sábado 20 de abril del 2024

Alemania campeón

Arjen Robben tiene razón: Argentina no tiene ninguna chance de quedarse con Brasil 2014. Desde ahora, hay que quitarse el sombrero y felicitar al conjunto alemán por el título. El fútbol sonríe, ganará el mejor.

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Una de las máximas del fútbol dice que “los partidos hay que jugarlos”. Vaya si lo saben Brasil y Holanda, que se ven obligados a disputar el partido que nadie quiere jugar; ese que juegan quienes fueron derrotados en semifinales y se quedaron sin el sueño de pelear por la Copa del Mundo. Algo similar sucede con nosotros, que por la formalidad del Mundial tenemos que jugar la final contra Alemania, aunque todos ya sabemos que los europeos serán los ganadores. Pero, así y todo, si nos gustó jugar contra Bosnia, Irán, Nigeria, Suiza, Bélgica y Holanda y ganarles a todos, hay que hacerse hombres y presentarse a la cancha a pesar de que la victoria alemana sea cosa juzgada.

Alguien que sabe mucho de esto, como Alfio Basile, dijo una vez que todo depende de cómo se levanten ese día los jugadores. Y, obviamente, los once futbolistas de Alemania, los suplentes, el cuerpo técnico, los dirigentes y los hinchas tendrán el mejor de los sueños, pensando en angelitos, y amanecerán con el mejor ánimo para quedarse con la gloria; ninguna pesadilla, ningún ruido molesto, ningún perro de llanto largo, nada interrumpirá el dormir.

El mundo del fútbol, a través de sus mejores representantes como Arjen Robben, aseguran con total firmeza lo que ocurrirá: “No tengo dudas de que Alemania será el campeón del mundo, Argentina no tiene ninguna chance de vencer”. La propia presidente alemana afirma sin vacilaciones: “Hará falta tener una gran concentración, pero está hecho. Es factible que ganemos”. Y el mismo presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Wolfgang Niersbach, declara: “Ellos ganan los partidos amistosos pero nosotros los de competición. En los últimos tiempos mantuvimos la tónica de que Argentina ganase los partidos amistosos y nosotros los de competición. Confío en que la cosa sigue así”.

Y hay más, a propósito de la segura victoria del país de Europa, porque el diario más importante de Alemania, Bild, publica: “Bienvenidos a la final, queridos argentinos, y felicidades por el subcampeonato”; “¡Felicidades, Messi! Así basta para ser subcampeón”. Asimismo, Die Welt escribe: “No sólo el estado actual habla a favor del equipo alemán, sino también el balance”. Y, por su parte, Der Spiegel imprime: “¡Ustedes otra vez! Argentina consiguió ganar con suerte en la espantosamente débil semifinal ante Holanda. ¿Debe Alemania tener miedo de un rival así en la final?”.

Todos sabemos que Neuer es un arquero formidable y, obviamente, tendrá un partido sin fisuras; certero en cada salida, como líbero que también es, y preciso en cada intervención con las manos. También, es conocida la solvencia de la defensa, compuesta por Lahm, Hummels, Boateng y Höwedes; si bien Hummels está en duda por una tendinitis, por supuesto se recuperará favorablemente y podrá completar los noventa minutos sin dar ninguna ventaja, sin ninguna molestia, sin obligar a gastar un cambio rápido en su reemplazo.

¿Qué decir del mediocampo alemán, ese que tanta admiración despierta? Schweinsteiger, Kroos, Khedira y Ozil; es difícil puntualizar en uno de estos cuatro prohombres, acaso del último se espera un poco más. En todo caso, no hay lugar a dudas en que el domingo será su día y demostrará todo su enorme talento. Y, por último, nos queda decir algo de Müller y Klose; el segundo, ya el máximo goleador de la historia de los Mundiales; el primero, no para de sumar para alcanzarlo y pasarlo. Por lo demás, el propio Müller se encargó de agregar que la estadística está de su lado: “Contra Messi ya he jugado en distintas oportunidades y mis recuerdos son positivos. Creo que nunca he perdido contra él en un partido oficial”, puntualizó.

En fin, más allá de que Alemania será el gran campeón de Brasil 2014, Argentina se presentará con su humilde equipo conformado por un arquero que no es titular en su equipo, con un central que recién se integra al grupo y con un lateral izquierdo históricamente cuestionado; con un volante central que en su club juega de central, con volantes que llegaron como suplentes; con un delantero recién recuperado de la lesión, que solo metió un gol y está lento. Como dijo más de mil veces el periodismo especializado, dependemos exclusivamente de Lionel Messi, porque Alejandro Sabella nunca supo armar un equipo.

Será cuestión, a fin de cuentas, de prepararse para recibir al plantel nacional el lunes y agradecerles por el subcampeonato, como ya están haciendo en Alemania felicitando a nuestra selección por el segundo puesto. Y, como corresponde, sacarse el sombrero ante el nuevo gran campeón del Mundo, el por siempre glorioso y afortunado seleccionado alemán, que cuenta con el apoyo total de Mick Jagger, Aaron Ramsey  y cierto político de La Rioja, poco patriota o hincha del buen fútbol según se quiera ver.