Tras muchas idas y vueltas y presiones de todos lados, la AFA decidió cancelar el amistoso previsto para el próximo sábado 9 de junio en Jerusalén ante Israel y rápido de reflejos, pese a estar de visita en París, el primer ministro Benjamín Netanyahu no perdió el tiempo y rápidamente llamó a Mauricio Macri para pedirle que interceda en la decisión que precipitó la cancelación del partido.
Desde lo deportivo, el viaje a la capital israelí alteraba la última parte de la planificación de la Selección de cara al debut en el Mundial el 16 de junio ante Islandia. Sin embargo, los dos millones de dólares que embolsaba la AFA por jugar el partido eran motivo suficiente para hacer el esfuerzo.
Pero a las pocas ganas que tenían Jorge Sampaoli y compañía de afrontar este compromiso ya pactado, se le sumaron en los últimos días distintas manifestaciones y muestras de rechazo (algunas violentas) de pro-palestinos a la visita de la Selección a Jerusalén, lo que finalmente provocó la decisión de no jugar el partido.
Con poca importancia a nivel futbolístico para ambas selecciones, el encuentro tenía relevancia política, sobre todo para el anfitrión luego de la mudanza de la embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén. Y por ese motivo, Netanyahu se comunicó con Macri para pedirle que interceda.