martes 19 de marzo del 2024

Una ola que puede llegar hasta La Boca

Como pasó a nivel nacional, la oposición Xeneize planea un frente de unidad para ganarle al macrismo. Si se presenta Riquelme puede alterar todo.

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La herida que se produjo el último domingo en la carrera política de Mauricio Macri probablemente tarde en suturar. Pero si ahora todo está mal, en el futuro todo puede estar peor: a la posibilidad real de que su espacio pierda el gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires, al temor de ir a un ballottage imprevisible en la Ciudad de Buenos Aires, se le podría sumar otra caída, mucho menos dramática y mucho menos importante desde lo político, pero no desde lo simbólico y afectivo: Boca, el lugar donde empezó a gestarse el macrismo hace 24 años. Los comicios en la Bombonera serán el 8 de diciembre, dos días antes del final de su mandato.

El resultado de las PASO entusiasmó tanto a la oposición xeneize que en los próximos meses intentará replicar a escala lo sucedido a nivel nacional.

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La primera iniciativa surgió del sector de Boca Somos Todos, liderado por el secretario general de los porteros, Víctor Santa María, y el senador provincial Santiago Carreras, y de la agrupación La Bombonera, del histórico dirigente Pablo Abbatangelo, que el jueves le pidió formalmente al presidente Daniel Angelici las instalaciones del club para realizar unas primarias entre todos los candidatos de la oposición.

Claro que para eso, primero tiene que haber un acuerdo entre las distintas fuerzas para conformar un frente opositor, algo que en la última década no se pudo concretar. “En cada reunión que hacemos con los socios está ese pedido”, le dice a PERFIL Abbatangelo. Y agrega, entusiasmado con los resultados del domingo: “Si en las PASO hubo una ola, con la oposición de Boca unida podemos generar un tsunami. De la otra manera son salpicaduras”.

Egos. Los candidatos por ahora son cinco, aunque de acuerdo a las últimas elecciones, los dos que más chances tienen son Jorge Amor Ameal y José Beraldi.

En 2015, de un total de 26.083 votos, Angelici obtuvo 11.421 (43,8%), Ameal 8.063 (30,9%) y Beraldi 6.549 (25,1%). En cada espacio repiten una palabra que sintetiza cuál es el principal obstáculo para encarar este “frente de unidad”: los egos. Como sucede con el cierre de listas y las candidaturas en las provincias y a nivel nacional, las elecciones en Boca también generan rivalidades y rispideces. En juego está uno de los dos clubes más poderosos del país, una plataforma codiciada desde siempre por empresarios, políticos y sindicalistas.

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Carreras asegura que con esta suerte de PASO xeneize, “la oposición saldrá fortalecida para enfrentar al oficialismo con candidato único”. Ameal le dice a PERFIL que él está dispuesto a participar de unas elecciones primarias, “pero con condiciones”. “No rompemos las fórmulas y vamos con listas completas. El que gana, se postula. El que pierde, acompaña”, remarca, luego de sembrar algunas dudas sobre la condición de opositores de Royco Ferrari, ex vicepresidente de Angelici, y Beraldi, ex vicepresidente de Pedro Pompilio. Los dos –Beraldi y Ferrari– podrían anunciar una fórmula conjunta en los próximos días.

Espero que Ameal entienda que necesitamos entre todos unirnos si realmente queremos a Boca. Es necesario unirnos porque si no, va a continuar el oficialismo y eso es lo peor que podría pasarle al club”, le dijo Beraldi a La Capital de Rosario, luego de mantener un encuentro con cinco mil hinchas en esa ciudad.

Estas disputas podrían quedar saldadas en unas PASO xeneizes, algo novedoso para la vida política de los clubes. El pedido es para que el club preste las instalaciones, preferentemente en un día de partido como local. Abbatangelo y Santiago Carreras coinciden en que este mecanismo diluye los egos de todos los postulantes y ayudaría a replicar el Frente que en las elecciones presidenciales encabeza Alberto Fernández. Aunque Ameal aclara: “Nosotros no queremos la política en el club. Ni la unidad básica, ni los comités radicales ni los globos amarillos”.

A pesar de las chicanas, de los egos y de las rivalidades del pasado, todos los dirigentes de la oposición tienen un punto que los une: que la Bombonera se quede donde está y se busque la manera de ampliarla.

El otro lado. El oficialismo también prepara una unidad, aunque eso no lo exime de internas. Si el macrismo tuvo diferentes líneas dentro de la Casa Rosada (el “ala política” versus el marcopeñismo y la big data), en la Bombonera también hay líneas que empiezan a tensionarse en los años electorales.

El candidato, por ahora, es Christian Gribaudo, el elegido por Daniel Angelici para su sucesión. Angelici, quien conduce un sector en el que convive con los hijos del “Coti” Nosiglia, también tiene su oposición dentro del oficialismo: es un grupo que se define como proveniente del “macrismo tradicional”. “Creemos más en la gestión, que Boca es seis días de razón y uno de pasión, que hay que posicionarse a nivel internacional”, dice un dirigente. Ese grupo prepara por estas horas una alternativa por si Gribaudo no termina de convencer ni de medir lo necesario para ser el candidato que asegure la continuidad.

El escenario, más allá de unidades opositoras u oficialistas, tiene un asterisco, un nombre que puede alterar todo con solo un pronunciamiento: Juan Román Riquelme. En pausa porque en octubre tendrá su partido despedida en la Bombonera, el ídolo xeneize tiene un 83% de aceptación entre los hinchas y es el único que puede ganar solo. Algo que, por supuesto, solo depende de él y de lo que quiera hacer.

Nota publicada en la edición impresa del Diario Perfil del sábado 17 de agosto