La liga de baloncesto más prestigiosa del mundo, la NBA, comenzará una nueva temporada en breve, buscando coronar a los mejores jugadores del mundo. Con este nuevo inicio, también surge una nueva camada de jóvenes talentosos que luchan por destacar en un entorno altamente competitivo.
Estos atletas intentarán hacerse un lugar en el roster del equipo, demostrando su talento en entrenamientos y en los minutos que los entrenadores estén dispuestos a darles en busca de los mejores resultados de la NBA.
Aquellos con mayor protagonismo, buscarán alzarse además con el trofeo de Rookie del año, entregado al final de cada temporada.
¿Qué significa ser un Rookie?
Se trata de un jugador que está en su primera temporada como profesional en la liga. Estos suelen ser jóvenes y relativamente inexpertos en comparación con sus compañeros más veteranos. La etiqueta de Rookie a menudo se asocia con la emoción y la incertidumbre, ya que estos están en una transición crucial desde el baloncesto universitario o el baloncesto internacional al nivel de la NBA.
El premio al Rookie del año en la NBA se otorga desde la temporada 1952-1953. Desde entonces, ha sido un reconocimiento anual a los novatos más destacados de la liga. Este prestigioso premio no solo honra su rendimiento en la cancha, sino que también marca el inicio de lo que podría ser una carrera exitosa llena de positivos pronósticos de la NBA.
¿Qué es el draft y qué importancia tiene?
El draft es un evento anual en el que los equipos seleccionan a jugadores que aún no se han desempeñado en la NBA, para unirse a sus filas.
El orden de selección se determina en función del desempeño de los equipos en la temporada anterior. El equipo que tuvo el peor récord tiene la primera elección y así sucesivamente. Es una parte fundamental del proceso de adquisición de talento de la liga y permite a los equipos igualar el nivel de juego, seleccionando grandes atletas.
A lo largo de la historia de la NBA, las selecciones número 1 y número 2 del draft han tenido un impacto significativo en el premio al Rookie del año. Un total de 23 jugadores seleccionados como la elección número 1 en el draft han ganado este prestigioso premio, mientras que 16 elegidos segundos también lo consiguieron.
Aunque ser una elección alta en el draft es un gran honor y generalmente indica un gran nivel de expectativas, no garantiza automáticamente el premio al Rookie del año. A lo largo de la historia, ha habido 9 ganadores del premio que no fueron seleccionados entre los primeros 10 en el draft. Esto destaca la importancia de la adaptación, el trabajo duro y las posibilidades con las que se cuente en la NBA.
Jugadores no universitarios
Inicialmente, la mayoría de los jugadores que ingresaban a la liga a través del draft provenían del baloncesto universitario en los Estados Unidos. Sin embargo, en las últimas décadas, ha habido un aumento significativo en la cantidad que ingresan a la NBA desde otras ligas y competiciones en todo el mundo.
Este cambio se debe en parte a la globalización del baloncesto y al éxito que los jugadores extranjeros han tenido en los últimos años con ganadores de anillos y premios de MVP. Además, la creación del equipo Ignite y el resto de los de la G League ha proporcionado una variedad de deportistas a la liga.
Los nombres a seguir este año
Las primeras elecciones del draft son siempre un tema de gran interés y especulación. Esta edición de la NBA no será la excepción, por lo que a continuación se detallan los primeros seleccionadores del draft 2023:
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Victor Wembanyama: Seleccionado por los San Antonio Spurs, este jugador de 2,26 metros de altura está llamado a ser uno de los grandes candidatos al premio de Rookie del año. Oriundo de Francia, viene de jugar en el Metropolitans de dicho país. Se destaca por su capacidad atlética, agilidad y versatilidad en el campo. Promedió 20 puntos, 10 rebotes y 3 tapones en su última temporada.
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Brandon Miller: Tuvo un paso de un año por la universidad de Alabama. Su pick fue tomado por Charlotte Hornets. Se trata de un alero con un destacado tiro de tres puntos, habiendo anotado un 38% en su única experiencia en la NCAA. Promedió 18,8 puntos, 8,2 rebotes y 2,1 asistencias en su última temporada.
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Scoot Henderson: Uno de los proyectos llegados del equipo Ignite de la G League. Fue elegido por los Portland Trail Blazzers. Se caracteriza por su habilidad con el balón y por su capacidad atlética. Puede cumplir un rol de anotador o asistidor, dependiendo de lo que su equipo necesite. Promedió 16,5 puntos, 5,4 rebotes y 6,5 asistencias en su última temporada.
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Amen Thompson: Se trata de un base alto, seleccionado por los Houston Rockets. En su paso por el equipo City Reapers de Atlanta, donde jugo con su hermano Ausar, demostró un juego vertiginoso y agresivo, con una impresionante capacidad para crear oportunidades de asistencia. Promedió 16,6 puntos, 6,2 rebotes y 6,7 asistencias y 2,1 robos en su última temporada.
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Ausar Thompson: Terminó siendo elegido solo un puesto debajo de su hermano por los Detroit Pistons. Al igual que su mellizo, presenta un perfil similar en términos de fortalezas físicas y atléticas, aunque se desempeña en la posición de escolta. Promedió 17,4 puntos, 6,6 rebotes y 5,8 asistencias en su última temporada.
En la historia, se han visto ganadores provenientes de diversas procedencias, pero al momento de considerar candidatos al Rookie del año, las primeras posiciones del draft están llenas de nuevas promesas. La única certeza de esta temporada es que todos los jóvenes tendrán algo para demostrar y la NBA les brindará el escenario necesario para hacerlo.
*Texto especial de Antonella Occhipinti