Por la quinta jornada de la Champions League femenina, se cruzaron Chelsea y Juventus, fue empate 0-0 en Kingsmeadow, estadio donde hace de local el conjunto de Londres. Lo particular fue en el minuto 88, un fanático ingresó al campo de juego y cuando estaba a punto de sacarse una selfie, fue derribado por Sam Kerr, delantera del equipo azul.
Kerr es capitana de la selección de Australia y fue seleccionada para ganar el Balón de Oro femenino que se terminó llevando Alexia Putellas, empujó al intruso que terminó en el piso. La jueza del encuentro, la sueca Sara Persson, le mostró la amarilla.
Las jugadoras del conjunto italiano, intentaron frenar la amonestación pero Persson se mantuvo firme y no borró la tarjeta de la planilla final. Emma Hayes, entrenador Blue, habló para la BBC sobre lo sucedido: "Creo que debe servirnos de recordatoria a todos, incluyendo a los empleados de los estadios y a la seguridad, que la protección de la jugadores es lo primero".