viernes 26 de abril del 2024

¿Se viene Riestra-Boca?

El club de Nueva Pompeya se convirtió en el único de la "D" que jugará los 32vos. de la Copa Argentina contra uno de la "A" o la "B" Nacional. Su historia. Galería de fotosGalería de fotos

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Seguramente, allá por inicios de 1931, cuando un grupo de jóvenes fundaba en Nueva Pompeya el Club Social, Cultural y Deportivo Riestra, ninguno de ellos imaginaba que 80 años después esa todavía muy modesta entidad tendría la chance de enfrentar oficialmente a algunos de los clubes más importantes del fútbol argentino. Sin embargo, esto se acaba de hacer posible.

Así es: al eliminar sorpresivamente por penales 4-3 en cancha de Platense a un conjunto de la "B" Metropolitana (Acassuso), Riestra se convirtió este miércoles en el único equipo de la Primera "D" clasificado para los 32vos. de final de la Copa Argentina, instancia a jugarse en noviembre en la que los equipos de la "A" y la "B" Nacional comenzarán a participar en este nuevo certamen.

Nacido en una lechería ubicada entre las calles Riestra -de la que deviene su nombre- y Del Bañado, los Malevos (apodo con que se conoce al club) venían de dar una gran sorpresa ya en la segunda serie eliminatoria de la Copa, dejando en el camino también por penales a Los Andes (un grande de la B Metro) en propio campo milrayita y tras empatar 0-0 como hoy al cabo de los 90 minutos.

Previamente, este Riestra de casaca negra y blanca como manda su historia había eliminado a un rival de su misma categoría (Muñiz), ganándole 1-0 con gol del delantero Ezequiel Toselli (una de las figuras del equipo que dirige Damián Troncoso) en su cancha del Bajo Flores, que tiene desde 1993 muy cerca de la de San Lorenzo y lleva el nombre de su presidente de ese año: Guillermo Laza.

Antes de tener allí su campo de deportes, el club debió jugar durante varios años como local en canchas ajenas. El último año en que lo había hecho en una propia era 1981, en el que la última dictadura lo obligó a dejar el predio que ocupaba desde 1950 en Lacarra y Riestra, a muy pocas cuadras de donde está hoy, para que pasara por ahí la actual Autopista Presidente Héctor Cámpora.

También en 1981 (año nefasto si los hubo en la vida de la institución), el club descendía de la "C" a la "D" luego de 28 años ininterrumpidos en la por entonces tercera categoría del fútbol argentino, a la que había ascendido en 1954 tras obtener el único título de campeón de su historia y en la que ya había jugado desde 1946 (año de su afiliación a la AFA) hasta 1949 y en 1951.

De esos largos años de Riestra en la vieja "C" puede destacarse su gran campaña de 1977, en un torneo que terminó tercero a diez puntos del campeón, Sarmiento de Junín, y cinco del subcampeón, Deportivo Español. Las grandes figuras del equipo eran entonces los mellizos Romagnoli: Argentino (centrodelantero) y Atilio (puntero izquierdo, padre del Pipi de San Lorenzo y luego ídolo en Deportivo Morón).

Si salvo por esa prácticamente no había tenido campañas destacadas en la tercera categoría, a partir de 1981 las cosas serían mucho peores para el club. Después de enfrentar ese año a Lanús y Chacarita, de hecho -y pese a sus ascensos de 1986 y 1994 a una "C" ya convertida en cuarta divisional- Riestra nunca volvió a estar cerca de jugar contra rivales de tanta historia y jerarquía... hasta hoy.

Con su victoria por penales ante Acassuso, en definitiva, el club de Pompeya se aseguró enfrentar a un club de la "B" Nacional o la "A", cuyo nombre se sabrá una vez que la AFA realice el sorteo de los partidos que a partir del 22 de noviembre 64 equipos (20 de la "A", 20 de la "B" Nacional y 24 llegados de la 4ta. eliminatoria que finaliza este miércoles) jugarán por los 32vos. de final del torneo.

Así las cosas, ya en esa instancia Riestra podría llegar a enfrentar a Boca o River. Y a esta altura, nadie puede negarle a su gente soñar con avanzar aún más en el torneo dejando afuera más no sea que por penales a un rival de esos en un encuentro que, como todos los del certamen, significará la eliminación de uno de sus participantes. La chance, al menos, la tendrá. ¿Seguirá sorprendiendo?

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