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Si no se pone en contexto, suenas durísimas las palabras de un joven Sebastián Abreu en 1993 en medio de un campeonato sudamericano juvenil. Por suerte para él, su carrera y su forma de ser atenúan declaraciones tan fuertes.
El delantero uruguayo; con pasado en San Lorenzo, River y Rosario Central; tenía una concepción tremendamente negativa de los argentinos. Pero justamente haber jugado en esos clubes contradice sus palabras y sus pensamientos de hace 22 años. "Antes de ir a jugar a Argentina, me quiebro", decía cuando vestía la camiseta celeste para la Sub-17. Gran hallazgo del programa Arroban.
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