Barracas Central confirmó oficialmente que ejercerá su localía en Primera División en cancha de Huracán, con un comunicado en el que repasa sus antecedentes en ese escenario, que se remontan a sus primeros tiempos en la máxima categoría.
El conjunto recientemente ascendido no podía utilizar su recinto por su capacidad, de apenas 4.500 espectadores.
El convenio incluye que el Guapo se haga cargo en lo económico de los nuevos reflectores que el Globo necesita para cumplir con los requisitos de la Conmebol en las competencias sudamericanas. En tanto, se llevará el sistema de iluminación actual para mejorar las condiciones de su cancha.
Las obras demorarían casi tres meses y todavía no se definió cuándo se realizarán (es difícil que sea durante la competencia). El otro aspecto que se deberá tener en cuenta es el cuidado del campo de juego, ya que es muy probable que el terreno sea utilizado una vez por semana y no cada 15 días.
El recuerdo de Barracas Central de su pasado en el Tomás Adolfo Ducó
Según recuerda el sitio oficial del equipo, "el estadio del Globo supo ser el escenario de 32 encuentros de Central como local, en las cuatro categorías que existían antes de la creación del Nacional B".
"Si bien la mayoría de los partidos en Primera División -15 temporadas entre 1920 y 1934- se disputaron en Olavarría y Luna, hubo dos que cruzaron hacia Parque Patricios. Los primeros encuentros en cancha del Quemero fueron ante Boca Juniors: en 1928 fue derrota 0-6 mientras que en 1930 cayó 2-0 ante el equipo que luego sería campeón del torneo", rememoró.
"El torneo donde ofició mayormente de local en el Palacio fue el de la Primera B 1949. Allí disputó 14 de los 20 partidos en dicha condición. Y en ese mismo certamen consiguió su primera alegría al derrotar el 25 de junio a Quilmes por 3-2 (doblete de Francalanza y el restante de Podskalney)"
"El resto de los encuentros se dividen entre la Primera C, la Primera D y la promoción 2004 ante Talleres de Escalada. Si de partidos decisivos se trata, el estadio quemero fue testigo de una sonrisa y una tristeza: en 1989, Barracas le ganó la primera final por el ascenso a Sacachispas (gol de Scigliano) para luego festejar en Mataderos; sin embargo, también supo tener su contracara en 2004, cuando perdió la final para subir a la Primera B ante Argentino de Rosario por penales".