sábado 27 de abril del 2024
Opinión

¿El baldío será el “Last dance” del Papu Gómez?

La historia del campeón del mundo que en menos de un año termina solo, entrenando en un yermo y con un sinfín de interrogantes.

Hace menos de un año, Alejandro Gómez estaba concentrado con Lionel Messi y el resto de los veintitrés elegidos en las vísperas de cumplir un sueño: ser campeón del mundo con Argentina. Finalmente el sueño se hizo realidad unos días después pero la vida del Papu prontamente se transformó en una pesadilla de lesiones, enigmas y marginación. A diez meses después de la conquista, se entrena solo en un baldío italiano con un preparador físico. Un viaje inexplicable y pocas veces visto para un campeón del mundo en la historia del fútbol moderno. 

La primera señal extraña fue su exclusión de todos los eventos celebratorios de la selección argentina posterior a la conquista. Se tejieron rumores que nunca se aclararon.  La segunda fue que el club dueño de su pase (Sevilla) ya no lo quería en sus filas: mientras todos los protagonistas argentinos se valorizaron por haber salido campeones del mundo, se hablaba que al Papu le rescindieron de prepo y no tenía equipo. La marginación fue total después de informarse su resultado adverso en un control antidopaje, la suspensión por dos años y la posibilidad de perder su medalla de campeón del mundo. 

Si el derrotero descendente de Alejandro Gómez era extraño de entender a comienzos de 2023, cuando se conocieron los pormenores del doping empezó a ser más claro de entender pero más difícil de explicar. 

Todo inició en noviembre de 2022 cuando los doctores Comisión Española para la Lucha Antidopaje acudieron por sorpresa para realizar un control a un entrenamiento del Sevilla. Según la declaración del Papu, días antes había pasado una mala noche y por error ingirió el jarabe para la tos de uno de sus hijos. Una decisión tomada sin consultar a los médicos del club español ni de la selección argentina. Algo que puede pasar desapercibido para alguien que no conoce la dinámica del fútbol pero amerita indudablemente poner un punto y aparte. 

Como en su momento ocurrió con la decisión del Tanque Silva de consumir un fármaco para mejorar su fertilidad, es necesario reiterar que la iniciativa individual de un deportista experimentado de ingerir un medicamente, sin consultar profesionalmente y sabiendo que es un actitud cuestionada desde el primer minuto que un atleta alcanza un nivel competitivo mínimo dentro de la élite, es muy pero muy difícil de explicar y de defender. Si llevas muchos años en el deporte competitivo y desde que tenes uso de razón te dicen que eso no corresponde, que no lo hagas, que te expones sin sentido a un riesgo. ¿cómo se explica la decisión de hacerlo y de ocultarlo? 

También hay otros aspectos que son difíciles de explicar por lo que se sabe, que están en las manos de los abogados del Papu y que a todos nos interesa saber sobre el procedimiento: ¿por qué la situación tardó diez meses en ser notificada? ¿Se dice que la sanción llegó sin contraprueba, entonces el futbolista argentino ya lo sabía hace tiempo y reconoció el consumo? ¿Y el Sevilla desde hace cuánto está informado? Por último, ¿por qué el caso recién explota después de ser vendido al exterior?

Hay muchas dudas dando vueltas, lo que no está en duda es que la sustancia prohibida que le encontraron en el examen es la terbutalina, un broncodilatador similar al fármaco que tienen los puff que se utilizan para el asma, y que forma parte de la lista de sustancias prohibidas desde hace mucho tiempo. 

En las últimas horas, el Gómez con sus 35 años a cuesta, se mostró entrenando solo en un baldío con manchones verdes en lugar de pasto y con arcos sin red. Probablemente, por dos años deberá permanecer alejado del fútbol. Su situación es dura, difícil de explicar, y a todos los que nos enamoramos del “Papu dance” y bailamos en familia al ritmo de sus goles,  nos transmite una gran desazón. Verlo “meneándose” en soledad, alejado de sus pares y en pistas desconocidas, no era lo que esperábamos como fin de ciclo para una carrera brillante.