Tratar de ocultar o defender la situación es un asunto que no sería el correcto. Creo que para empezar habría que reconocer que la campaña ha sido bastante irregular y que el plantel Xeneize sigue sorprendiendo cada vez más en un año donde no encuentra el rumbo.
+Con la partida de Lionel Messi, ¿este sería su reemplazante?
Sabemos todos que el hincha del Azul y Oro es pasional e incluso respalda al plantel a pesar de las dificultades, pero sería incongruente afirmar que el equipo juega bien cuando realmente no tiene una regularidad acorde a su peso histórico.
Con Ibarra, la Bombonera dejó de ser el territorio seguro, en el cual, acumuló derrotas impensadas ante rivales que encontraron la respuesta a su debilidad para así salir victoriosos de su campo. Con la idea de dar un poco de paños fríos al panorama, Juan Román Riquelme salió a dar un poco de tranquilidad afirmando que el hincha no tendría una razón para alarmarse y en este sentido, no coincido en su pronunciamiento ya que que es tiempo de que los responsables también entreguen una declaración al respecto.
Se cambió el entrenador y en principio, la confianza estuvo depositada en el nuevo conductor, Jorge Almirón. Pero, el ritmo de competencia que mantiene en la actualidad es muy traicionero. Boca juega un gran partido y luego cae en la incertidumbre, con jugadores que siembran más dudas que certezas y otros que definitivamente tendrían que estar en el banco de suplentes. Pero, no, la improvisación y el cambio de esquema constante se convirtieron en un factor común durante este nuevo proceso.
A nivel local el panorama no es nada alentador. Los resultados lo dejan fuera de la lucha y con una distancia representativa ante su clásico rival, River Plate. En el plano internacional se deposita la esperanza, pero vuelve esa duda, regresa la sensación de que si se repiten estas malas presentaciones el cuadro de Almirón puede quedar afuera de los octavos de final de la imponente Copa Libertadores de América y obviamente quede más lejana la posibilidad de consagrarse con la ansiada séptima corona.
Lo que más me llamó la atención fueron las palabras de Jorge post derrota en Sarandí. ¿Realmente en este juego el equipo fue perjudicado por el árbitro? Tal vez pueda ser cierto, pero lo evidente ocurrió en la primera mitad cuando en el minuto 25, Pombo anotó un tremendo golazo. ¿Qué pasó en el complemento de ese primer periodo? ¿Por qué hubo tantas modificaciones en la alineación de este último partido, cuando se le ganó correctamente a Tigre?
Considero que inmediatamente Boca debe tomar cartas en el asunto. Enfocarse en el futuro próximo y entender que realmente necesita realizar inversiones acordes para cambiar su cara en un mercado de pases en el cual tendrá que invertir.
Estamos de acuerdo con los importantes resultados que consiguieron en los últimos años y por supuesto, lo aplaudimos. Pero, en realidad, es hora de luchar con mucha fuerza en el certamen internacional en donde hace rato su juego se encuentra ausente.
Por favor, Juan Román, Consejo del Fútbol y demás directivos. El club necesita urgentemente un cambio.
GM