Mientras se debate el regreso del fútbol después de seis meses de parate por la pandemia de coronavirus, distintas agrupaciones vinculadas al fútbol exigen la renuncia de Juan Manuel Lugones, titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe), denunciado por acoso sexual y abuso de poder por integrantes de las fuerzas policiales.
“Repudiamos que quien es el encargado de prevenir la violencia en el deporte continúe ejerciendo sus tareas mientras es imputado y llevado a juicio con múltiples testimonios en su contra”, anuncia un comunicado firmado por tres coordinadoras: de Derechos Humanos en el Fútbol, de Hinchas y de Fútbol Feminista.
En estos días se está por definir el comienzo del juicio oral contra Lugones, que quedó en una situación complicada cuando presentó en la causa una testigo que después de declarar quedó detenida por falso testimonio. La testigo fue propuesta por el funcionario con la intención de que declarara a su favor, pero la fiscal no le creyó y ordenó su inmediata detención.
La víctima de acoso -cuya identidad se mantiene en reserva- hizo la denuncia en febrero de este año y detalló diferentes situaciones sufridas desde su ingreso laboral al APreViDe. Hasta que, según explicó, fue derivada a otro sector porque no aceptó las propuestas de Lugones. El funcionario, que viene de la gestión de María Eugenia Vidal, en su declaración indagatoria del 28 de febrero aseguró que el relato de la denunciante “es todo mentira” y lo atribuyó a “una operación policial y política relacionada con la función que cumple”.
La bandera de Evita
Si bien esta denuncia por abuso sexual es la acusación más grave que recibió Lugones en su gestión, no es la única. También se le cuestiona que durante su mandato en las canchas se prohibieron las banderas con escudos de partidos políticos o figuras públicas. “Juan Manuel Lugones, quien asumió su cargo durante el macrismo y continúa en sus funciones con total impunidad, lleva consigo detenciones, represiones con balas de goma y censura”, amplía el comunicado firmado por las tres coordinadoras.
A los clubes Sarmiento y Banfield, por ejemplo, no les permitió exhibir banderas con imágenes de Evita. Un absurdo si se tiene en cuenta que el estadio de Sarmiento se llama Eva Perón y que en la cancha de Banfield hay una gigantografía con la leyenda “Banfield, el equipo de Evita”. Son dos clubes que reivindican a Evita desde un lugar institucional y Lugones se los prohibió.
“En ese episodio hubo una gran paradoja, porque los hinchas pagaban las entradas con billetes con la cara de Evita pero no podían desplegar banderas que la reconocieran”, comenta Sergio Smietniansky, miembro de la Coordinadora de Derechos Humanos. Y finaliza: “Lugones ni siquiera es ingenioso: los de la Revolución Libertadora deberían denunciarlo por plagio.”