"En la Argentina, hay muchos entrenadores y pocos formadores de jugadores. Entonces, es necesario formar a más formadores", afirmó el ex volante de Argentinos Juniors y River Plate, Leonel Gancedo.
El ex futbolista, quien ha dirigido a River Plate de Puerto Rico, FC Encamp de Andorra y la Selección Nacional de Potreros, señala que hay una falta de preparación en los encargados de las inferiores de los clubes, lo que está impactando en el nivel y desempeño de los jugadores cuando llegan a profesionales.
“Cada vez hay más jóvenes que terminan de jugar y van a formar a los chicos y no tienen nada que ver. El formador es formador. Hay que prepararse, estudiar, indagar, hay que descubrir para ser técnico. Argentinos Juniors no es más el semillero del mundo. Tiene que ver con cómo están formando. Si llevan gente que mira otras cuestiones, es muy difícil”, aseveró el Pipa.
Eso mismo lo percibió, incluso, en los tres años que estuvo en River trabajando de cerca con las inferiores del club, del que terminó yéndose disconforme con el funcionamiento institucional.
“Cuando llegamos a River, no había ninguna aplicación, no tenías bases de datos, video análisis, había una precariedad tremenda. Jorge Viejo fue uno de mis mejores formadores por la enseñanza del juego, de la lógica y no es reconocido y no le dan lugar”, destacó en el programa radial “Voces y memorias” (AM 1220).
Gancedo señaló, además, que la dirigencia del fútbol argentino, en general, es la gran responsable de esta situación ya que está más preocupada en los resultados del día a día que en proyectos de largo plazo.
“Los dirigentes te miden por lo que jugaste y no por lo que te capacitaste para seguir adelante en un club. El poder no te lo da un cargo. Sos hincha de un club, mañana sos presidente porque la gente te votó y, al tercer día, pensás que sos el rey del mundo”, explicó.
Otras de las razones que remarcó como negativas en la formación de los jugadores son los intermediarios y el negocio que se ha creado detrás de los chicos que recién están comenzado en el deporte, incluso en el baby futbol.
“Ves a los entrenadores de inferiores en el corralito gritándole a los chicos y se creen que tiene un joystick para manejarlos. Hay que tener un equipo de trabajo con un mismo sentir, pero por sobre todas las cosas que a los chicos les den amor. Hay una corriente desde hace tiempo que los mal forma y les va tapando el corazón, no tienen amor al prójimo. Muchos coordinadores y mucha gente ha vendido algo que no es el fútbol. Se quedan con porcentajes de los chicos, los educan muy mal", reconoció el ex futbolista.
Esta visión crítica lo ha llevado a quedar relegado del fútbol local por lo que sus proyectos apuntan a España, donde jugó en el Osasuna y en el Real Murcia. Incluso, a fines de marzo debía viajar para sumarse al Gimnástica Segoviana de la tercera división, que está a dos fechas de ascender a segunda.
“Empecé a renegar hasta que me di cuenta de que no servía y que tenía que adaptarme y saber que hay un sistema perverso detrás, desde el baby fútbol. Como entrenador, al no tener quien me lleve quedé al margen de este esquema perverso que hay en nuestro país. Nadie es profeta en su tierra. La veo pasar en la Argentina”, concluyó.