jueves 28 de marzo del 2024
Digno y genuino

Por muchos más Bielsas

El Loco es un personaje muy controversial. Amado por casi todos los jugadores que dirigió, sus detractores le cuestionan hasta sus gestos solidarios.

La figura de Marcelo Bielsa siempre me llamó la atención. En tiempos donde mandan las redes sociales, incluso decidí incluir mi admiración en mi biografía de Twitter. Después de presentarme como periodista, mencionar los medios en los que trabajo y contar de dónde soy, agregué la frase: “El lado Bielsa de la vida, siempre”. Ahora que escribo esta columna me pregunto el porqué de mi elección. Lejos estoy de querer fingir superioridad moral, básicamente porque tampoco creo que él lo haga. Supongo que inconscientemente debe ser para repeler a sus detractores. Si alguien entra a mi perfil y opta por no seguirme después de leer la presentación, bienvenido sea. Pero sí, muchas veces me siento cuestionada por elegir el mote de “bielsista” porque sin dudas estamos hablando de un personaje muy controversial.

En las últimas horas, a raíz de todo lo que estamos viviendo por el coronavirus, el Loco fue noticia porque tanto su cuerpo técnico como los jugadores del plantel del Leeds decidieron recortar voluntariamente sus salarios para que el club le pueda pagarle el sueldo al resto de los empleados, que por supuesto no perciben pequeñas fortunas mensuales. Y sí, los detractores de siempre no tardaron en definir su gesto como demagogia. Pero eso no me sorprende, lo vi mil veces antes. Lo que sí me llama la atención es la doble vara: en Cristiano Ronaldo es un acto noble. ¿Será porque no lo hace tan seguido, por lo menos públicamente? Pareciera que es más valioso que estas acciones se hagan de manera esporádica y en medio de una crisis mundial. Me pregunto, desde la visión de quienes lo rechazan, si sería mejor no hacerlo. Pero después recuerdo que a Bielsa también lo critican porque gana muchísimo dinero, lo ven casi como una contradicción con su perfil.

Hace no mucho tiempo, en una charla con medios ingleses, el Loco reconoció que lo vive de manera similar: «Soy una persona muy rechazada en mi país. Entonces, cada vez que explico algo, repercute en Argentina diciendo que vendo humo. Por eso me da tanta vergüenza explicar lo que pienso, porque siento que solo va a servir para confirmar que vendo humo». Creo sinceramente que nos debería dar vergüenza a nosotros que él tenga esa percepción. Ojo, en Europa también se hacen eco. La prestigiosa revista France Football le dedicó una portada con un título fulminante: “¿Genio o impostor?”. En la nota se preguntan si el rosarino es realmente un técnico visionario o si exagera el personaje para beneficio propio. Cada uno sacará sus propias conclusiones, yo prefiero remitirme a las opiniones de quienes lo conocen. 

Todos los jugadores que fueron dirigidos por el Loco reconocen que los mejoró deportiva y humanamente. Muchos hablan de él con una admiración desmedida. Y hasta quienes en su momento se enfrentaron con él rescatan que de una u otra manera sacaron algo positivo de esa relación. Grandes técnicos como Pep Guardiola lo respetan, lo escuchan y no dudan en elogiarlo públicamente. 

A ver, tampoco quiero ponerme empalagosa. No estamos hablando de un intocable, seguramente tiene miserias como todos los seres humanos del mundo. Incluso podemos discutir su figura de entrenador. No estoy de acuerdo con los que reducen la discusión al “nunca ganó nada”, porque además de falso me parece simplista, pero sí es cierto que en el fútbol moderno no hay lugar para la terquedad. En ligas donde abundan los jugadores de calidad, los mejores entrenadores marcan la diferencia gracias a su versatilidad. Y ese justamente no es el fuerte de Bielsa.

No me siento capacitada para responder por qué su nombre genera opiniones tan contrastantes entre los argentinos. Quizás porque estamos acostumbrados a identificarnos con otro tipo de personalidades, más propensas a la viveza o a la especulación, quizás proyectemos todo lo que consideramos que deberíamos ser y no somos, o simplemente por el exitismo enceguecedor que nos caracteriza. Pero quienes lo admiramos por su espíritu genuino y su dignidad no buscamos responder esas preguntas, sólo deseamos que cada vez haya más Bielsas en el mundo.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.