En Boca hay un solo objetivo, un único certamen que mantiene en velo a todos, tanto jugadores, dirigentes como hinchas: la Copa Libertadores.
De esta manera, luego del empate sin goles en la ida de los cuartos de final ante Racing en la Bombonera con un Xeneize superior al rival, de cara a la vuelta en Avellaneda los fanáticos se aferran a un par de coincidencias con los cuartos de final de la última conquista en 2007.
Hace 16 años fue la última consagración de Boca comandado por Juan Román Riquelme en una Copa Libertadores y desde entonces se ha convertido en una verdadera obsesión. Ahora bien, ¿cuáles son las coincidencias que ilusionan al mundo Xeneize?
En aquellos cruces de cuartos de final de la Copa Libertadores 2007 en la ida Boca igualó con Libertad de Paraguay empataron 1-1 en la Bombonera. Luego en el partido de vuelta en el estadio Defensores del Chaco el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo en aquel entonces se impuso 2-0 para meterse en las semifinales y luego conquistar el torneo.
Sumado a eso, en aquel partido en Paraguay, Riquelme, uno de los grandes responsables de aquella conquista, jugó lesionado y fue determinante. En esa misma condición podría llegar a jugar Valentín Barco que abandonó el terreno de juego en el partido de ida.
Luego hay otro antecedente en 2008. En ese entonces Boca igualó 2-2 con Atlas de local y luego en la vuelta se impuso por 3-0 para avanzar a las semifinales de aquella edición del torneo. De todos modos, en semis cayó ante Fluminense.
De esta manera, estas dos coincidencias le podrían permitir al hincha de Boca tener cierta ilusión de que esa historia se repetirá el próximo miércoles en Avellaneda.
La contracara de la historia que ilusiona
Si bien este hecho puede generar ilusión, al mismo tiempo puede generar cierto nerviosismo porque como también aparecieron victorias tras empatar en la ida en la Bombonera en dicha instancia, también al Xeneize le tocó toparse con derrotas.
Boca estuvo en esta misma situación en cinco ocasiones en las que no pudo revertir el resultado y volverse con las manos vacías. La primera de ellas fue en 2012, también con Riquelme a la cabeza.
En aquel certamen en la final del 2012 el Xeneize empató 1-1 en la ida y perdió 2-0 en la vuelta ante Corinthians.
Luego, en los cuartos del 2013 fueron dos empates sin goles ante Newell's y derrota por penales.
En la final del 2018 pasó en la final, 2-2 y 1-3 frente River. En las semifinales de 2020 con Santos, 0-0 y 0-3.
Por último, Atlético Mineiro en los octavos de 2021, fueron dos empates 0-0 y caída en los penales, en la serie que le anularon mal dos goles al Xeneize.
JP
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