sábado 27 de abril del 2024
Opinión

Riquelme es hora de tomar cartas en el asunto

Boca Juniors sufrió una dolorosa goleada en una nueva jornada de la Liga Profesional y además ratificó las escasas posibilidades que tiene para cambiar el panorama en un primer torneo del año que lo tiene lejos de los lugares de privilegio.

Definitivamente el año 2023 ha sido el más oscuro en la actual dirigencia comandada por Jorge Ameal y Juan Román Riquelme. Atrás quedaron las sendas conquistas nacionales que estuvieron acompañadas por participaciones un poco regulares en la Copa Libertadores. Sin duda lo que ocurrió en Mendoza debería ser una alerta que deberán tomar en cuenta de manera inmediata los principales directivos para cambiar el panorama, ya que, si no aparece la solución, esto en el futuro inmediato le podría generar consecuencias bastante dolorosas que pueden sumarse a las decepciones que brinda el Xeneize en el campeonato nacional.

En este primer semestre del año y con dos cambios en la conducción del plantel profesional, Boca sigue ratificando su navegación en un mar lleno de incertidumbre, esto por lo menos en lo que compete a la Liga Profesional del fútbol argentino. Hoy por hoy, su clásico rival le lleva una inalcanzable diferencia de 20 puntos en la tabla de posiciones con un juego totalmente contrario al presentado por el equipo de Almirón.

Y es que cada a partido de este año se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para sus seguidores, quienes han tenido que soportar rachas bastante negativas, como por ejemplo sus derrotas consecutivas en su fiel territorio, el Estadio La Bombonera, un escenario que ya no es fortaleza y en el cual los equipos desnudaron sus errores en el esquema táctico.

La confianza, por ahora, está depositada en la Libertadores, pero si realizamos un análisis más riguroso, podemos percibir más dudas que certezas. Estamos todos de acuerdo, que los resultados se han conseguido y que su clasificación a los octavos de final es un trámite. Pero no hay que desconocer la manera en la que se obtuvieron los resultados.

En el recuerdo tengo el complicado partido ante Monagas, choque en el cual no pudo obtener el triunfo. Seguido por la milagrosa victoria en casa ante Deportivo Pereira en conjunto con su visita a Colombia, cotejo en donde fue superado por un equipo que no clasificó a los cuadrangulares semifinales de la liga cafetera.

A pesar de la mala racha, Juan Román Riquelme le pidió al hincha un poco de tranquilidad y que no se dejará intimidar de las versiones que circulaban en la prensa. Este argumento lo otorgó, obviamente por las seis conquistas alcanzadas, pero calculo yo que la sed de gloria pasa ahora netamente al certamen continental, escenario en donde Boca hace mucho tiempo cae en su camino por alcanzar la séptima corona.

Riquelme y Consejo, este año es bastante crucial debido a que se avecinan las elecciones en un periodo en el cual a veces la confianza se siente depositada, incluso, para alcanzar una reelección a la actual conducción. Pero, en este sentido pienso que si la situación continúa sin modificaciones, este asunto podría cambiar drásticamente el panorama.

En caso de avanzar a las instancias definitivas de la Libertadores la urgencia de hacer retoques en el plantel deben considerarse una prioridad. Habrá que invertir, traer refuerzos que cambien la mentalidad de jugadores que ya no brillan por su juego. La realidad es que la idea de Almirón aún es confusa y esto se debe a sus variaciones realizadas partido a partido.

Si tu gran obsesión Román es volver a conquistar el continente, este no es el camino. Es indispensable un cambio de manera inmediata. En caso contrario, lo más probable es que estos dolores de cabeza se agranden y los objetivos queden cada vez más lejos.

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