martes 30 de abril del 2024
Opinión

Ruben Insua, el rey Lear de San Lorenzo

San Lorenzo echó a Rubén Darío Insúa. Uno de sus grandes ídolos como jugador y entrenador, en un ciclo que arrancó y terminó de forma sorprendente.

Pasaron 100 partidos, desde que Rubén Darío Insúa fue considerado para ser el técnico de San Lorenzo. Por ese entonces, el Ciclón pasaba un momento funesto en los estertores de una etapa dirigencial. El equipo acababa de perder por los 32avos de final de la Copa Argentina ante Racing de Córdoba y estaba cerca de la zona del descenso en los promedios. 

Desde el inicio, el entrenador de 62 años, cambió el semblante de la institución por completo y de manera sorprendente. Es cierto, el equipo era mezquino en el juego, dado que no tenía demasiado plantel como para andar regalándose, pero competía ferozmente. Así, terminó sexto en la Liga Profesional 2022 y entró en Sudamericana 2023. 

Tal vez lo más meritorio haya sido su política de promoción de juveniles, un bálsamo para las finanzas de un club endeudado. Fede Gattoni, Agustín Giay, Gastón Hernández y Gonzalo Luján comenzaron a ser conocidos para el gran público. En 2023 incluso llegó a ser puntero del torneo por algunas fechas pero se mancó sobre el final: por el limitado recambio y la doble competencia. Terminó tercero.

Como pasa siempre en el fútbol argentino, al alumbrar de un ciclo exitoso en una institución fundida,  los futbolistas se hacen billetes de oro y si no se reinvierte prontamente se vislumbra el crepúsculo. Se fueron Andrés Vombergar, un goleador, y Federico Gattoni, el defensor capitán, en el mismo momento que por deudas el club veía limitado sumar incorporaciones.

Eran tiempos de elecciones y todos los candidatos hablaban bien del técnico. Hablar mal de un ídolo que te saca del fango y te pone en competencia, es piantavoto. Insúa, como el Rey Lear de Shakespeare, dividió su presencia reinal entre todos los que estaban cerca. 

“Loco el que se fía de la dulzura de un lobo” dice la obra y podría haber sido una reflexión del Gallego, porque lo cierto es que luego del recambio, con la asunción al poder de la nueva dirigencia, las cosas ya no fueron iguales. La institución empezó a sumar refuerzos desconocidos que llamativamente el entrenador no utilizaba. Por el contrario, el funcionamiento seguía potenciado a los de abajo y demostrando desavenencias entre el cuerpo técnico y la nueva dirigencia. La destitución era cuestión de tiempo.

Tres triunfos y seis empates en la Copa de la Liga 2024 y un arranque dubitativo en la Conmebol Libertadores sentenciaron el ciclo. De nada valió que, la semana pasada, haya jugado un partido bárbaro contra Palmeiras. La derrota en Ecuador frente a Independiente del Valle convenció a los dirigentes. Más allá de estar jugando la Libertadores, un lugar inimaginado antes de que llegara el técnico. 

"Agradecemos el compromiso y la dedicación demostrada durante su tiempo en la institución, y lamentamos que los resultados deportivos no hayan sido los esperados por todos", se lee en el comunicado oficial.

“Guarda más de lo que enseñas, di menos de lo que sepas” es otro de los textuales inolvidables del libro de Shakespeare. "Siempre se golpea al que es recto. A los torcidos, generalmente se les deja tranquilos" escribió el Gallego a modo de despedida. 

El reconocimiento a un hombre digno.

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