jueves 25 de abril del 2024

El fútbol y los casos que no miramos

Cómo la movida de “Todos con Enzo” y su partido a beneficio nos cruza como sujetos del fútbol: desde el habitus de Bourdieu hasta el proverbio árabe.

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Enzo Baglivo es jugador de Temperley pero lleva dos meses sin presentarse a entrenar. No porque no quiera, sino porque no puede: permanece internado y se traslada con una silla de ruedas porque no es capaz de moverse por sus propios medios. Pese al contexto, está contento. Pudo pasar la Navidad en su casa, rodeado de mucha gente querida. Cuenta que Papá Noel le trajo un par de remeras, una taza y un libro de regalo, pese a que él no le había pedido nada. En realidad, lo único que desea es recuperar lo que era su vida normal.

Baglivo sufrió un grave accidente automovilístico en la madrugada de un viernes de octubre. El jueves a la noche se juntó a comer un asado con sus excompañeros de UAI Urquiza y cuando volvía a su casa en Lanús perdió el control de su Renault Clío, debido a que otro vehículo cruzó el semáforo con la luz roja y lo embistió de costado. Su auto terminó incrustándose contra un parante y Enzo sufrió un traumatismo raqui-medular.

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En su caso, el traumatismo le generó una fractura vertebral a nivel cervical, implicándole un compromiso en la médula espinal. Fue operado con premura, para que el daño sea el menor posible, y un par de días después comenzó su rehabilitación en la clínica CIAREC en Villa Urquiza.

“Es duro aceptar que yo un día me voy a ir de acá y no voy a ser el mismo de antes, porque yo ya no soy el mismo. Mi cuerpo perdió toda la fuerza, hoy no puedo levantar un vaso y necesito que alguien me dé de tomar en la boca. Pero entendí que no puedo quejarme. Tengo que tratar de recuperarme” le contó a Juan Pablo Marrón en una entrevista muy emotiva que brindó para TyC Sports.

Sus días son rutinarios. Se levanta. Lo ayudan a desayunar y baja para el primer turno de kinesiología y ejercicios. Almuerza y duerme una siesta para estar listo para el segundo turno, por la tarde. Luego come, también con asistencia, y se va a dormir. Así transcurre su semana lejos de las canchas.

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El cuerpo del futbolista es su capital. Es cierto que no es el único capital que le posibilita convertirse en jugador profesional porque hay una colección volitiva de pasiones e intereses, de presiones y reacciones, que lo catapultan a alzarse en ese mundo desde pequeño para cumplir el sueño. Así que solo con el capital físico no alcanza, pero sin el capital físico nada se puede.

El tratamiento es caro y de larga duración pero todos esperan que con el paso del tiempo y la rehabilitación pueda ir progresando. A raíz de las heridas sufridas, sabe que no volverá a ser el futbolista que supo ser y todavía no está claro cuánto de su funcionalidad habitual podrá recuperar pero su vida ya tiene un nuevo norte: volver a caminar.

Pierre Bourdieu, que abordó al deporte como habitus, diría que el carácter abrupto e imprevisto del accidente generó una ruptura en la trayectoria vital y social de Enzo “el futbolista” pero aunque él no es el mismo de antes, el fútbol sigue brindándole alegrías.

Desde que sufrió el accidente, muchos colegas se acercaron a darle una mano. Amigos y ex compañeros pasan a saludarlo con asiduidad. Todos ellos, junto con otros protagonistas del fútbol, estarán el próximo domingo 29 de Diciembre a la tarde, en el estadio de Talleres de Remedios de Escalada, disputando un partido a beneficio. “Todos con Enzo” es la consigna para acercarse y quien no pueda estar presente, también puede colaborar en la cuenta 513509/5 del Banco Provincia (CBU 0140050203518151350950).

El proverbio árabe cuenta que un hombre se quejaba de que no tenía dinero para comprarse zapatos hasta que conoció a otro que no tenía pies. El caso de Enzo es un ejemplo para el fútbol y sus protagonistas, donde un mal resultado es un drama y perder la titularidad es motivo de ofensa.

Casos como el de Enzo nos demuestran lo frágil que es la vida que vivimos. Su alegría y su positivismo para enfrentar la adversidad es un gran mensaje de superación que todos deberían conocer.