La nadadora argentina Delfina Pignatiello se abrió a contar su experiencia en los últimos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde no tuvo la performance esperada y en los cuales debió soportar las críticas más feroces y los prejuicios de una sociedad exitista.
"Después de nueve mil horas de entrenamiento, cuando toco la pared en Tokio 2020 me di cuenta que no hice el tiempo que quería ni había finalizado en la posición que esperaba. En ese momento, pensaba qué me iban a decir en las redes sociales. Lo que más me importaba era la mirada de un montón de personas que ni siquiera conocía. Ahí registré hasta dónde había llegado mi exposición y la comodidad con la que la gente y los medios opinaban de mí", comenzó Pignatiello en una charla TED Río de La Plata.
Delfina Pignatiello, de 21 años, fue campeona mundial junior en 2017 y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud. Además, tiene el récord argentino 200, 400, 800 y 1500 metros libres. En Tokio 2020 fue su debut como mayor en un Juego Olímpico, donde no cumplió sus propias expectativas.
"¿Saben lo que pesa ver tu nombre en los titulares de los diarios prometiendo una medalla? Sentía como si dejara de ser una persona, que lo único que valía en mi vida era entrenar y ganar la dorada. El resto ni servía. Eso termina afectando la visión que se tiene de uno mismo. Había llegado a creer que no lo merecía. Había dejado de disfrutar estar ahí. Había dejado de escuchar mis propios deseos", dijo la joven atleta.
Delfina Pignatiello, la salud mental y el caso Simone Biles
Pignatiello continuó con su discurso: "Me sentía sola hasta que me di cuenta que compartía esa soledad con otros atletas. En Tokio 2020 pasó algo, se alzó la voz. Se empezaron a hablar de temas ocultos como la salud mental. Se empezó a romper ese tabú de que éramos superhéroes sin fallas. ¿Saben lo que fue de significativo para mí escuchar a Simone Biles hablar de la presión en la competencia? Ella también estaba sola".
La referencia a Biles tiene que ver con que la gimnasta estadounidense, que llegaba a Tokio tras brillar en Rio 2016 con cuatro medallas de oro, no se presentó a las finales de gimnasia por sentirse presionada. "Quiero priorizar mi salud mental", dijo Simone en aquel entonces.
"Ahí aprendí a sanar, pero no me malinterpreten: amo lo que hago", remarcó Delfina.
Delfina Pignatiello, la exposición y las redes sociales
Otro de los puntos que tocó Pignatiello en su interesante y profunda charla fue la exposición en las redes sociales y el manejo de la fama.
"La exposición en redes aumentó con la llegada de sponsors. Como toda adolescente, los likes so convertían en una muestra de aceptación social y los buscaba. Los primeros roces con la fama eran divertidos y los podía controlar. Me di cuenta que podía motivar a otras personas, trascender más allá de una medalla al dejar una huella en sus vidas", señaló Pignatiello.
"En mi caso se convirtió en un tsunami de miradas y yo me ahogaba. Cuando terminaron los Juegos estaba inmersa en una guerra en las redes sociales, donde me atacaban sin impunidad detrás de un perfil en internet. Me llegaban a decir fracasada de mierda y lo peor es que yo me lo creí. Aprendí a los golpes, rodeada de mi familia y especialistas", cerró Delfina en un discurso que emocionó.
FH
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