A solo minutos de iniciar el partido entre Argentina y Brasil por las Eliminatorias Sudamericanas por la fecha seis, hubo serios incidentes en la tribuna y una gran represión policial hacia los hinchas argentinos.
Con la idea de que el clásico sea una fiesta del fútbol, todo resultó lo contrario. La alegría en el Maracaná se acabó en solo unos minutos, cuando fanáticos argentinos fueron golpeados tanto por los hinchas brasileros, como por la propia policía brasilera.
En ese contexto, los futbolistas argentinos se acercaron a las tribunas para intentar calmar la represión y los golpes. Sin embargo, al ver que no había una garantía de seguridad entre los fanáticos, los futbolistas de la Albiceleste habían decidido retirarse del campo de juego e irse a los vestuarios.
Incluso, en uno de los momentos tensos de la noche, Lionel Messi lanzó un gesto y se lo vio muy enojado con las autoridades, haciendo de cuenta que no jugaría el encuentro ante la Canarinha. "No jugamos, Nos vamos", había avisado el capitán de la Selección Argentina
Tras unos 25 minutos de mucha intensidad e incertidumbre por saber si el enfrentamiento seguía, finalmente todo se calmó y se pudo reanudar el partido correctamente. De igual manera, los futbolistas de la Scaloneta pidieron que la fuerza brasileña se asegurara de que no pasaría nada durante los 90 minutos.
FMZ
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