Marcos Rojo volvió a tirar una rabona nada más y nada menos que en la final de la Copa Argentina entre Boca y Talleres y se ganó los aplausos de todos los hinchas xeneizes que coparon el estadio Madre de Ciudades en Santiago del Estero.
Como en el Mundial de Brasil 2014, Rojo demostró que la rabona es un recurso que siempre tiene a mano aunque también podría interpretarse que le cuesta mucho despejar con fuerza con su pierna menos hábil, la derecha.
Iban 11 minutos del primer tiempo de la final cuando Rojo intentó despejar ante la presión del uruguayo Michael Santos. La pelota rebotó en el delantero de Talleres y se elevó. El defensor de Boca intentó bajarla pero se le fue larga y debió esforzarse para evitar el córner.
Acorralado entre la marca y la línea de meta, dejó en el piso a Santos con un buen amague hacia adentro. La pelota le quedó para la derecha pero el ex Manchester United le dio de rabona. Directo al lateral pero igual se aplaude la intención, la calidad y la calma en un partido con tantas tensiones.