La frase todavía resuena: “¡Rompele el tobillo!”, le reclamó Marcelo Gallardo a Robert Rojas después del superclásico con Boca del sábado a la noche. Fue, más que nada, un reproche a su jugador que no había podido parar a Carlos Tevez en la jugada que determinó el 2-2 definitivo. El audio se filtró y las redes hicieron el resto.
Antes del partido ante Palmeiras en el Monumental por la Copa Libertadores, el Muñeco trató de justificar esa reacción: “El que habla demasiado de eso es porque en su vida tocó una pelota, no la agarró ni siquiera con la mano. Ese no es mi problema. El que entiende un poquito del juego sabe bien a qué me refería.”
Con el mismo tono filoso, Gallardo también se quejó de la escasa privacidad que tienen los protagonistas del fútbol: “Hay que esconder todos los micrófonos, el fútbol es cada vez menos privado, todo lo que se habla se sabe al otro día. Se hablan tantas pavadas y se analiza tan poco el juego, pero bueno, si sirve para el show, que sirva.”