Comenzó como una protesta por el arbitraje Silvio Trucco en el duelo entre San Lorenzo y Boca Juniors en el Nuevo Gasómetro, siguió en la polémica actuación de Jorge Baliño en el cruce de River Plate con Godoy Cruz en el Monumental y luego llegó a otros estadios.
Los insultos al presidente de la Nación, Mauricio Macri, fueron un cántico que se escuchó en varios partidos de la Superliga, menos en La Bombonera. Las sospechas en torno a la supuesta ayuda al Xeneize siguen creciendo.
A raíz de ello, Guillermo Marconi, titular del Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina (SADRA), confesó que analizan la posibilidad de suspender los enfrentamientos en los que se insulte a Macri desde las tribunas.
"Lo estamos analizando. Estamos viendo la cuestión legal. Si se encuadra dentro de un acto de discriminación", le confirmó Marconi a Clarín.
El pasado fin de semana los agravios hacia el presidente de la Nación también se oyeron en la cancha de Independiente, el Palacio Ducó de Huracán y en el estadio de Chacarita Juniors.
¿Podrán frenar las agresiones a Macri en los partidos de fútbol?
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