Se enojó, tiró la toalla, se sentó junto a sus compañeros y disparó, en referencia al árbitro, “jodido maricón”. Las cámaras, que que siguieron la secuencia, funcionaron de evidencia. Esos segundos de furia le valieron al escolta de los Angeles Lakers, Kobe Bryant, 100.000 dólares de multa.
La frase de Bryant, además de la sanción de la NBA, desató la reprobación de la comunidad gay y los organismos que defienden los derechos de las minorías. "Es de esperar que el señor Bryant entienda que para una persona de su fama e influencia, el uso de semejante lenguaje ofende a millones de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero en todo el mundo", aseguraron desde Human Rights Campaing, según publicó el diario español El Mundo.
Por su parte, el jugador pidió disculpas. "Mi acción fue producto de la frustración y del calor del momento durante el partido", dijo Bryant. "Las palabras expresadas no reflejan mis sentimientos hacia las comunidades gay y lesbiana y no pretendían ofender a nadie", agregó.
La cautivante historia de Mica González, la reina del básquet callejero que brilla en el Ferro campeón
Un gran paso en la inclusión: el básquet para ciegos fue aprobado como deporte federado
Historia en la NBA: Luka Doncic anotó 73 puntos en un solo partido y obtuvo la cuarta mejor marca de la liga
Escándalo en la NBA: A los 2 minutos volaron piñas entre los Warriors y Timberwolves
