martes 30 de abril del 2024

Tahití, el humilde que hará historia

Campeón de Oceanía, enfrentará a las potencias en la Copa Confederaciones. Sus jugadores son amateurs y deberán pedir permiso a sus jefes para jugar. Galería de fotosGalería de fotos

442

En el idioma del fútbol, más precisamente en el de la FIFA, cualquier nación puede sumarse a sus huestes. Así, la entidad madre del fútbol mundial cuenta con 206 países en sus filas, cifra que supera los 193 estados miembros de la ONU. Es el caso de Tahití, estado que no es reconocido como soberano por Naciones Unidas.

La pequeña isla, con algo más de 200 mil habitantes y encantos turísticos únicos, rompió el molde costumbrista de sus latitudes (por la hegemonía de Nueva Zelanda y Australia, país que ahora compite en Asia) al imponerse en la Copa de las Naciones de Oceanía tras vencer en la final (1-0) a Nueva Caledonia.

La selección tahitiana cosechó cinco triunfos en fila en un estadio, el Lawson Tama de Honiara, cuya tribuna principal es la ladera de una montaña. Su premio será un lugar en la Copa de las Confederaciones, que se disputará en Brasil del 15 al 30 de junio de 2013. La nueva Cenicienta del fútbol podrá medirse, por caso, con los anfitriones, la todopoderosa España, Italia, Uruguay, México y Japón. Y aún resta una plaza, la del campeón africano.

Antes de este logro, el mayor de éxito deportivo de su historia en la reducida hoja de ruta del representante de la Polinesia Francesa aparecen la clasificación al Mundial Sub 20 de Egipto 2009 (no convirtió ningún gol y le marcaron 21) y, el año pasado, su paso por el Mundial Beach Soccer en las arenas de Ravena, Italia, como mojones superadores. “Calificar por primera vez a un Mundial juvenil fue histórico.

Un equipo entrenado por Lionel Charbonnier (tercer arquero del campeón galo en Francia 1998) durante dos años. Pudimos ver la distancia entre el fútbol no profesional, como el nuestro, y el profesional. Con esa generación comenzamos nuestro desarrollo técnico. Seis de esos jugadores llegaron al equipo mayor”, contó el entrenador Eddy Etaeta al sitio web Cultura Redonda. "El problema esencial es que los jugadores no son profesionales, trabajan en la administración pública, en las empresas  y los

patrones no los liberan fácilmente para entrenar en el equipo nacional", continuó.

El pase, el tiempo y la pausa del equipo los manejan los tres hermanos Tehau (Alvin, Jonathan, Lorenzo) y su primo Teaonui, que causaron sensación a lo largo del torneo, en el que marcaron 15 de los 18 goles de Tahití. Aunque el capitán, Nicolas Vallar (elegido mejor futbolista del torneo oceánico), que jugó en Francia, es quien aporta liderazgo. El DT amplía: “Nuestro objetivo es calificar para el Mundial. Debemos terminar primeros de nuestro grupo, que incluye a Nueva Caledonia, Nueva Zelanda e Islas Salomón”. El vencedor de esa instancia disputará el Repechaje para Brasil 2014 frente al cuarto equipo ubicado en el Hexagonal final de la Concacaf.

La liga tahitiana, la más antigua de Oceanía, se juega desde 1948. El equipo más ganador es el AS Central Sport, con veinte títulos. Su primer encuentro internacional se dio en septiembre de 1952 (2-2 ante Nueva Zelanda). Sin estar afiliada a la FIFA hasta 1990, la liga participó con relativo éxito a nivel regional: fue subcampeona (accedió por invitación) en las primeras dos ediciones de la Copa de la Naciones de Oceanía, en 1973 y 1980.

Tahití, una rareza futbolera que chocará con las potencias mundiales y megaestrellas como Xavi, Iniesta, Neymar, Ganso, Pirlo, Balotelli, Chicharito Hernández, Cavani y Forlán.

(*) Esta nota fue publicada en la edición impresa del Diario Perfil.

Galería de imágenes