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La celebración en las calles de Lisboa de los hinchas del Benfica, que logró el título en Portugal, se vio desbordada y la policía reprimió con dureza a los fanáticos. Una de las imágenes más tristes fue cuando los uniformados atacaron a un simpatizante a la vista de su pequeño hijo.
Mientras la policía golpeaba y apresaba al hincha, el pequeño observaba horrorizado la situación. Luego, el niño fue abrazado por un guardia.
Luego de la obtención de su segundo título consecutivo en la liga portuguesa, los hinchas del Benfica coparon el centro de Lisboa y comenzaron los disturbios. 26 personas fueron detenidas.
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