El sangriento ataque de las tropas rusas sobre Ucrania ha obligado a las autoridades de la UEFA a modificar el escenario de la final de la Champions League que se iba a jugar el 28 de mayo en San Petersburgo, Rusia. La nueva sede elegida este viernes fue el Stade de France, de París.
El estadio que se encuentra en las afueras de París ya albergó la final de la Champions en 2006, en la que el Barcelona derrotó al Arsenal, y la de 2000, en la que el Real Madrid se impuso al Valencia.
Las otras tres finales del máximo torneo europeo de clubes organizadas en la capital francesa se disputaron en el Parque de los Príncipes (1956, 1975 y 1981).
Final de la Champions: el comunicado de la UEFA por el cambio de sede
En un comunicado tras una reunión extraordinaria celebrada este viernes por la mañana en su sede de Nyon, "la UEFA desea expresar su agradecimiento y reconocimiento al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, por su apoyo personal y su compromiso para que el partido más prestigioso del fútbol europeo de clubes se traslade a Francia en un momento de crisis sin precedentes".
"Junto con el gobierno francés, la UEFA apoyará plenamente los esfuerzos de las múltiples partes interesadas para garantizar la provisión de rescate para los jugadores de fútbol y sus familias en Ucrania, que se enfrentan a un terrible sufrimiento humano, destrucción y desplazamiento", añadió el organismo.
Reacción de la UEFA ante la invasión rusa a Ucrania
La final estaba inicialmente prevista en el Gazprom Arena de San Petersburgo, estadio que ya albergó varios partidos de la Eurocopa en junio y julio pasados.
Por otro lado, la UEFA no hace ninguna referencia a sus relaciones con Gazprom, el gigante energético ruso que es uno de los mayores patrocinadores de la confederación europea de fútbol.
La UEFA decidió también que todos los partidos en los que equipos rusos y ucranianos jueguen como locales se disputarán en terreno neutral "hasta nueva orden" en reacción por la invasión de Ucrania por el ejército de Rusia.
Esta decisión afecta sobre todo al partido del Spartak de Moscú en la Europa League, pero no el de repechaje para el Mundial 2022 entre Rusia y Polonia previsto el 24 de marzo en Moscú, un encuentro que depende de la FIFA.
Fuente: AFP