jueves 12 de diciembre del 2024
Análisis

Racing separó dos futbolistas por festejar con Boca

Dos jugadoras del plantel femenino festejaron el campeonato de Boca en el Obelisco y fueron corridas del plantel superior. El riesgo de la doble vara.

El cierre de la Liga profesional masculina nos lleno de adrenalina. Algunos ganaron y otros perdieron. Claramente, el que llevó la peor parte fue la Academia. El clima en Racing, después de la caída con River, fue de mutismo total. En vestuarios, en los pasillos y en la sala de conferencias, donde ni el entrenador ni dirigentes se acercaron a brindar palabras.   

Por su parte, el fútbol femenino terminó su torneo y progresa exponencialmente en la Argentina. Si bien es cierto que está muy lejos todavía de una cierta paridad, ha alcanzado cosas que hace cinco años parecían utópicas: desde estadios colmados para finales de torneos hasta competencias e inversión en divisiones inferiores.

Esos derechos, que en muchos casos se han conseguido luchando y reclamando en diversos ámbitos, no llegan solos. Traen consigo obligaciones, como acontece con cualquier futbolista profesional y el cierre de torneo dejó un hecho traumático, uno de esos que marcan un antes y un después.

En un marco de zozobra institucional, cuando tu equipo pierde la oportunidad de ser campeón sobre la hora generando gran desazón en el hincha,  cuando el plantel está licenciado por 72hs y nadie ha tomado contacto con la prensa, cuando las autoridades están mudas, cuando es difícil saber que decir porque cuesta hablar bien de un proceso que terminó mal o hablar mal de un proceso que fue muy bueno, ¿a qué futbolista profesional se le puede ocurrir asistir a festejar el título de su rival? 

A Lourdes Martínez y a Milagros Menna: las dos jugadoras de Racing Club que se filmaron festejando en el obelisco el triunfo de Boca y, para colmo, viralizaron el video en sus redes sociales.

Martínez y Menna

Con sentido común, la dirigencia de la Academia tomó la drástica decisión de desafectar a las jugadoras del equipo que encabeza Agustín Benchimol. Se alzaron unas cuantas voces, especialmente femeninas, criticando la medida. Otras que argumentan en pos de mantenerles el trabajo. 

Más allá de las disparidades existentes, de las diferencias salariales y de la contrastante representatividad, si algo no le va a hacer bien al fútbol femenino es acostumbrarse a aplicar la doble vara. 

Si fuera un hombre, el que comete tremendo desatino. Nadie, sea hombre o mujer, dudaría en entender que sus días en el club finalizaron. ¿Por qué habría de ser distinto con estas dos chicas? Queda la pregunta en el aire.

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