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Jorge José Perrone llama la atención dentro de la gran cantidad de competidores que tiene el Dakar. No es por su curriculum en el mundo del automovilismo ni por su habilidad con los fierros. Tampoco por haber sido blanco de algún escándalo, o por haber protagonizado una proeza en plena competencia. Perrone, argentino, se destaca por ser el piloto más viejo de esta edición de Rally, y por haber cumplido el sueño, a sus 74 años, de zambullirse por primera vez en esta aventura.
"El año pasado, mientras que los pilotos del Dakar pasaban cerca de mi casa, tenía la impresión que era yo el que competía", le contó “el abuelito del Dakar” a la agencia de noticias AFP. El momento de decidirse a correr no tardó en llegar: "Le dije a mi mujer: 'voy a correr el Dakar'. Ella bajó su cabeza y me respondió: 'yo no puedo decirte nada, ya que de todas maneras lo vas a hacer'".
La relación entre Perrone y el Dakar no es casualidad. Al hombre siempre le gustaron los autos y la velocidad. De hecho, durante su juventud corrió a bordo de un Ford T y si bien sufrió un accidente que los dejó inmovilizado de una de sus piernas, no perdió la esperanza. En su vida laboral, pasó por una fábrica de neumáticos, hasta que se decidió a abrir su propio garage.
"Toda mi vida he mantenido una relación con los automóviles de carreras. El hecho también de vivir para el ruido del motor, los neumáticos y los frenos, se volvió una tentación irresistible. Estas cosas permanecen en el corazón", explicó el hombre nacido el 29 de noviembre de 1936 en Vicente López.
La preparación de un todoterreno al igual que el entrenamiento -recorrió 5.000 km, de los cuales 1.200 sobre arena- los realizó naturalmente, sin contratiempos. Pero la búsqueda de una condición física decente resultó mucho más problemática para este hombre nacido el 29 de noviembre de 1936 en la población argentina de Vicente López (centro).
Al Dakar me voy. Cuando decidió competir en el Rally, Perrone pesaba 124 kilos. Sin embargo, se preparó hasta quedar a punto. "Ahora estoy en 99. Voy al gimnasio todos los días para hacer de 20 a 30 minutos de deporte. Sólo movimientos, nada de mucho esfuerzo", sintetizó.
"Me he preparado psicológicamente. A veces los temores llegan, principalmente nutridos por mis familiares. Pero no tengo miedo. Lo que me podría llegar a pasar corriendo el Dakar, también me puede llegar en cualquier otra parte", explicó sobre su preparación psicológica. "Muchos me dijeron que estaba loco. Pero cuando lo decían no los escuchaba. No saben lo que es una pasión. No es una locura, sino un sueño".
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