La victoria agónica del Guangzhou Evergrande sobre el América mexicano es hasta ahora el gran batacazo del Mundial de Clubes que se disputa en Japón. Pero para el equipo chino, además de la gran oportunidad de enfrentar al mejor equipo del mundo, significa prolongar el extenso invicto que trae desde mayo de este año.
El campeón actual de la Champions League asiática, también se adjudicó las últimas cinco Superligas chinas. En España lo comparan con el Real Madrid por la política de grandes inversiones efectuadas en materia de jugadores, unos fichajes que han ido acompañados de títulos y porque el principal inversionista se dedica al mundo de la construcción, como Florentino Pérez.
Tras los pasos de Marcelo Lippi y Fabio Cannavaro por la dirección técnica, en junio de 2015 fichó a Luiz Felipe Scolari y con él se pagaron 14 millones de euros por el traspaso de Paulinho, proveniente del Tottenham, a quien le ofrecieron un contrato de 6 millones de euros por cuatro temporadas.
Además, también contrató a Robinho, que estaba en el Santos donde cobraba un millón de euros por temporada. El campeón chino le ofreció un sueldo de 12 millones por cada una de las tres temporadas de contrato, variables aparte.
"El Barcelona es uno de los mejores equipos del planeta, todo el mundo lo sabe, pero mis jugadores tienen corazón y motivación para hacer un gran partido, espero que lo demuestren mañana", afirmó Scolari, quien tiene un gran recuerdo de Japón donde se consagró campeón del mundo como técnico de Brasil.
Guangzhou Evergrande vuelve a jugar un Mundial de Clubes después de dos años. En aquella oportunidad cayó en la semifinal ante el Bayern Munich. Para esta ocasión llega con la motivación de saberse el mejor equipo de Asia, de haber eliminado a un rival superior en los papeles como el América y con el sueño cumplido de enfrentar al mejor equipo del mundo. La misión será llegar a la final y extender el invicto a 29 partidos.
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