Michael Jordan es el mejor basquetbolista de todos los tiempos pero además de ser una leyenda del deporte, su nombre y su imagen están ligados a distintas marcas que le permitieron durante su carrera y, sobre todo una vez ya retirado, amasar una fortuna multimillonaria y en la actualidad, gracias al documental de Netflix The Last Dance, figura en el puesto 1.001 entre los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes.
La serie recorre su brillante carrera en Chicago Bulls donde ganó seis anillos de la NBA centrándose principalmente en su última temporada y desde su estreno se mantiene en el top ten de lo más visto en la famosa plataforma de streaming. El patrimonio de Su Majestad, que llegó a valuarse en 2100 millones de dólares, se incrementó este último año en 300 millones en gran parte gracias al documental.
Como ocurre con muchas figuras de esta magnitud (aunque no hay muchas) su éxito deportivo los convierte en una industria en sí mismos y sus mayores ingresos están fuera de su actividad pero gracias a ella. En la NBA, Jordan ganó 94 millones con los Bulls y los Wizards en sus 15 temporadas como profesional y pese a todo lo que generaba tuvo que esperar 12 años para ser el jugador mejor pago del campeonato cuando en 1996 superó la barrera de los 30 millones. De todas formas, mientras crecía su popularidad en el básquet, se fue convirtiendo en la cara de muchas marcas como Nike, Coca-Cola, McDonalds, Chevrolet y Gatorade entre otras que lo convirtieron en multimillonario.
Sin ir más lejos, como todos querían y quieren ser como Jordan, su éxito con Nike es tan grande que tiene su propia marca de zapatillas dentro de la empresa (Jordan Brand), que solo en 2019 registró ingresos por 3.100 millones de dólares.
Pero además de lo que sigue generando a los 57 años y a más de 20 de su retiro, también ha invertido en distintos rubros: es el dueño del 70% de las acciones de los Hornets, compró el equipo béisbol Miami Marlins junto a un amigo, posee cinco restaurantes, una concesionaria de autos de lujo y con otros propietarios de equipos de la NBA creó la marca de tequila "Cincoro", cuya botella más costosa tiene un costo de 1.600 dólares.